SECCIÓN
MONOGRÁFICA
Uso de dispositivos móviles en el aula para dinamizar e incentivar el
aprendizaje.
Estudio de caso con alumnado de pregrado
Use of mobile devices in the classroom to stimulate
and encourage learning. Study case: undergraduate students
Dr. Rodrigo Urcid es
profesor de tiempo completo en el Tecnológico de Monterrey, México
(rurcid@tec.mx)
(https://orcid.org/0000-0002-5102-3558)
Uso de dispositivos
móviles en el aula para dinamizar e incentivar el aprendizaje.Estudio
de caso con alumnado de pregrado
Alteridad. Revista de Educación, vol. 18, núm. 2, pp. 211-220, 2023
Universidad Politécnica Salesiana
2023.Universidad
Politécnica Salesiana
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Recibido: 2022-11-16
Revisado: 2023-05-24
Aceptado: 2023-05-29
Publicado: 2023-07-01
DOI: https://doi.org/10.17163/alt.v18n2.2023.05
Resumen
Este
texto se desarrolla porque busca comprender cómo se pueden incorporar en el
aula nuevas pedagogías basadas en el uso de dispositivos móviles. El objetivo
de esta investigación es sustentar que el uso de smartphones, tabletas y
laptops en el salón de clases es algo necesario y debe incorporarse como una
práctica lúdica en los salones de clases. El enfoque metodológico es
cualitativo; se tienen 63 personas como sujetos de estudio, las cuales se
dividen en catorce grupos focales. Hay tres resultados esenciales: 1) es
inevitable incorporar dispositivos móviles como herramientas de trabajo en las
clases; 2) los dispositivos son aliados del aprendizaje si se utilizan de forma
adecuada; 3) se debe integrar la tecnología en los contextos educativos
actuales. La principal discusión se enfoca en entender que los dispositivos
móviles son un componente esencial que forma parte del estudiantado y del ser
humano y que su uso es cada vez mayor. La conclusión es que prohibir su uso no
es una opción viable, al contrario; el docente debe tener la capacidad de
incluirlo en las sesiones y hacer que se convierta en una herramienta que
fomenta el proceso de enseñanza y aprendizaje, es decir, la educación necesita
actualizarse y esa renovación debe abordarse desde un punto de vista que
integre la tecnología con la innovación educativa.
Palabras clave: dispositivos móviles, aprendizaje, enseñanza, alumnado,
profesorado, innovación educativa.
Abstract
This
text is developed because it looks to understand how new pedagogies based on
the use of mobile devices can be incorporated in the classroom by teachers and
professors as well. The objective of this research is to show that the use of
smartphones, tablets and laptops during class sessions is something necessary
and that it should be incorporated as a practice in classrooms. The
methodological approach is qualitative; There are 63 people as study subjects,
who are divided into fourteen focus groups. There are three essential results:
1) it is inevitable to incorporate mobile devices as work tools in classes; 2)
devices are allies of learning if they are used properly; 3) technology must be
integrated into current educational contexts. The main discussion focuses on
understanding that mobile devices are an essential component and those are part
of the students. As a conclusion, the prohibition of mobile devices isn´t a
viable option, on the contrary, the teacher must have the ability to include
them within the sessions and make them a tool that promotes the learning
process. teaching and learning, that is, education needs to be updated and
accompany this renewal from a point of view that integrates technology with
innovative education.
Keywords: mobile
devices, learning, teaching, students, teachers, innovative education.
1. Introducción
y estado de la cuestión
Cada
vez se le da mayor notoriedad a la incorporación de las Tecnologías de
Información y Comunicación-TIC, como herramientas de apoyo en la vida
universitaria, particularmente, a nivel pregrado (García et al., 2018). En
este sentido, actualmente, es poco probable concebir un proceso formativo
académico 100 % fuera de los avances digitales y la interconexión; esto se debe
a que al hablar de una educación disruptiva implica el uso de dispositivos
móviles y demás recursos electrónicos y pedagógicos que robustecen el
aprendizaje y la enseñanza (Peñalosa, 2020).
Por
otro lado, las innovaciones educativas transitan una serie de cambios que se
mudan de los modelos tradicionales —basado en el profesorado— hacia un
tratamiento enfocado en el aprendizaje activo, aquel que se vincula con
vivencias reales y cercanas a la práctica y que demandan habilidades según los
nuevo roles tanto del alumnado como del cuerpo docente (Bailey y Ford, 2023);
por lo que se ha establecido que la promoción y el fomento de la disrupción e
innovación educativa es una estrategia relevante para las Instituciones de
Educación Superior -IES- (Quintero, 2017).
Así, la educación cambia y tanto el profesorado como el
alumnado deben adecuarse a los nuevos esquemas que las IES demandan; estos
papeles se han transformado como consecuencia de los procesos educativos y
deben percibirse como algo positivo y que puede generar cambios positivos
(Navarrete y Mendieta, 2018). Por un lado, el profesorado debe adaptarse al uso
que la juventud le da a los dispositivos y por otro, se debe entender que los
jóvenes de hoy nacen con un abanico de TIC disponibles y eso no se puede negar,
por ello, se debe mantener un equilibrio dentro del aula para su uso. Para el
alumnado, lo normal es estar online
por medio de los dispositivos que tiene a la mano, lo cual les hace tener mayor
comodidad, lo anterior valida aún más la incorporación de tecnología dentro
aula (McMullan, 2016).
En
cuanto a la interacción que tiene el alumnado dentro del aula, esta se puede
ver potencializada si se involucra el uso inteligente de los dispositivos para
dinamizar el rol que desempeña mientras se presenta la sesión, es decir, crear
un entorno en el que las y los estudiantes sean capaces de interactuar de forma
inmediata y sean parte activa del proceso educativo; lo anterior, potencializa
la retención de conocimiento y dinamiza la relación entre educador y educando.
Sobre
las TIC, se debe mencionar que se utilizan prácticamente para todo, desde el
trabajo hasta el ocio; al tener un porcentaje considerablemente elevado de
usuarios que están permanentemente conectados y conectadas a los servicios que
ofrecen los dispositivos, no se puede negar que el sistema educativo debe
aprovechar las múltiples ventajas que las TIC ofrecen en distintos campos
académicos. De hecho, no se puede negar que el smartphone, es la
herramienta que más utiliza el alumnado y es precisamente por eso que la
integración de este en el aula no puede pasar desapercibida (Fernández, 2019).
Referente a estos dispositivos se han convertido en el
común denominador dentro de los salones de clase; sin embargo, aún no se han
establecido acuerdos formales e institucionales en cuanto a su uso; y los
lineamientos dependen de cada instituto educativo, profesor, materia, plan
educativo, etc. Finalmente, y para tener una delimitación más apropiada de lo
que se considera como dispositivo móvil digital, para este estudio se recurre
al término de Ramírez (2012), quien lo define como un procesador con memoria
con diversas formas de entrada, entiéndase teclado, pantalla, botones y formas
de salida (texto, gráficas, pantalla, vibración, audio, cable).
Una
vez que se contextualiza lo que sucede con relación al uso de los dispositivos
digitales en el aula, la innovación educativa, los roles del alumnado y
profesorado, es posible mencionar que el propósito de este estudio es sustentar
que los dispositivos móviles son necesarios para fortalecer y promover los
procesos de enseñanza y aprendizaje a nivel superior, además de ratificar la
importancia de estos para fortalecer la innovación educativa y robustecer las
nuevas técnicas pedagógicas.
La
innovación es fundamental para crear propuestas que formulen nuevos estilos de
formación que impulsen la calidad y funciones de enseñanza y aprendizaje. Por
ello, es necesario entender sus componentes, los roles de quienes intervienen y
las posibilidades de ejecución (Cueva, 2020). De manera precisa, dentro del
nivel educativo, la innovación puede ser representada en distintos niveles que
van desde lo pedagógico, hasta la administración y la profesionalización y
actualización (Valenzuela, 2017). Por ello se dice que la educación —en
cualquiera de sus niveles— no puede prescindir de la innovación pues esta es
uno de los elementos que mejor se adaptan a las características del alumnado.
En suma, la innovación educativa puede definirse como toda evolución —en
cualquiera de sus vías—, que robustece el proceso de enseñanza y de
aprendizaje; además, se considera como una intervención donde el objeto de la
innovación son las técnicas pedagógicas o metodologías de enseñanza (Vieluf et
al., 2012).
De
esta forma, a la innovación se le asocia con tres aspectos elementales:
novedad, creatividad y mejora, dicho de forma reduccionista, innovar implica la
creación de algo no convencional que devenga en una mejora en un contexto, para
la resolución de problemas, en el análisis estratégico o procesos, entre otras
áreas (Valencia y Valenzuela, 2017). Por eso, las innovaciones en los
institutos educativos acontecen en el aula, fuera de ella, en las prácticas
docentes, en las pedagogías, en el currículo, en los programas académicos y en
diferentes ámbitos que posibilitan la transformación. Finalmente, se debe
señalar que actualmente no existe una cantidad suficiente de literatura que
complemente el uso de los dispositivos móviles en el aula; de ahí que este texto
pretende abonar al conocimiento sobre estos temas.
1.2 Alumnado y profesorado en la educación
Las
IES se encuentran ante enfoques que buscan modificar la percepción que se tiene
sobre estas, donde el aprendizaje centrado en el estudiantado es lo que impera.
Por ello, el docente debe construir un nuevo rol donde guía al estudiantado
hacia el desarrollo y adquisición de diversas competencias que le ayuden a
desenvolverse en situaciones personales y profesionales. De manera directa, la
labor del profesorado no se limita a la propagación del conocimiento, implica
asumir liderazgo ante el grupo diseñar una serie de esquemas que le permitan
transmitir y asesorar al alumnado en la disciplina que le corresponde (Lomelí,
2016).
Así,
uno de los retos a los que se enfrenta el cuerpo docente es atender a las
necesidades educativas del estudiantado (Cardona y Barrionuevo, 2020). Las
diferencias individuales en el aprendizaje y las implicaciones que tienen para
una educación eficaz son objeto tanto de investigación como de programas de
innovación destinados a mejorar la calidad educativa, que, por otra parte, en
cada época y momento social han tenido y tienen distintas connotaciones (Pérez,
2019).
Para
todo lo anterior, el profesorado debe tener un adecuado aprovechamiento de las
TIC y así crear diferentes recursos de enseñanza, mismos que deben basarse en
las características y necesidades del grupo/estudiantado al cual le imparte
clases para generar autoaprendizaje y alcanzar los logros establecidos (Ausín et
al., 2016). Lo anterior, evidentemente, conlleva un cambio en los
modelos pedagógicos y estilo de enseñanza (Basantes et al., 2017).
Así,
el reto para el profesorado consiste en el aprovechamiento de las bondades que
conlleva utilizar dispositivos digitales para detonar el aprendizaje y fomentar
la participación continua mediante un uso didáctico que permita ver a estos
aparatos no como un distractor, sino como una herramienta para impulsar la
educación innovadora y borrar la concepción de la enseñanza tradicional (Abreu et al.,
2016).
Por
otra parte, está el nuevo rol del alumnado, ellos y ellas dentro de este
paradigma, dejan la pasividad y se convierten en personas activas (Rugeles et
al., 2015); de un estudiantado que solo escuchaba al profesorado,
a personas capaces de protagonizar su propio aprendizaje; es decir, tiene más
participación en todos papeles que conlleva la academia, desde investigar,
hasta tomar argumentos y compararlos (Prieto et al., 2014).
Existe un concepto dentro del ámbito educativo denominado
aprendizaje ubicuo/U-learning, el cual se refiere a que gracias a
los diferentes dispositivos portátiles, los aprendizajes pueden ocurrir en
cualquier momento y lugar (Burbules, 2012).
Concretamente, se apoya en dispositivos móviles como smartphones, tabletas
electrónicas o laptops. Lo anterior tiene un impacto directo en el tipo de
materiales que el profesorado puede compartir, los cuales van desde textos en
formato PDF, hasta videos, imágenes, presentaciones, etc. (Zhao et al.,
2010).
Cabe
señalar que es desde el año 2010 que se habla de una forma de aprendizaje
usando el teléfono (Ozuorcun y Savaroglu,
2012). Actualmente, el smartphone
se encuentra en manos de prácticamente todas las personas que asisten a una
IES. Este dispositivo, entre el 2010 y el 2020 se ha convertido en el aparato
electrónico indispensable pues facilita y sirve para acceder a información como
una computadora personal (Cervantes y Hernández, 2020). Por ello, en los
teléfonos inteligentes se pueden encontrar herramientas para que el alumnado
desarrolle ecuaciones matemáticas, haga proyecciones, se comuniquen de forma
inmediata, descarguen apps dependiendo de la disciplina en la cual se preparan
y así darles un uso más inteligente a estos dispositivos.
Así,
el uso de los dispositivos móviles de forma adecuada puede ser una contribución
innovadora en la motivación por el aprendizaje durante la vida universitaria
(Avendaño et
al., 2017). En este sentido, se debe señalar que el diseño de
entornos educativos virtuales busca que la enseñanza y aprendizaje se centre en
desarrollar un pensamiento crítico y que sea capaz de adaptar se los distintos
contextos bajo un ambiente de colaboración (Flavin,
2017). Utilizar los dispositivos para robustecer el aprendizaje implica diseñar
actividades idóneas que contribuyan a facilitar el trabajo al estudiantado
(Fiad y Galarza, 2015). Los dispositivos móviles, de una u otra forma
transforman la educación, pues son un instrumento poderoso, que están al
servicio de la educación y del aprendizaje del estudiantado (Shan, 2013).
Algunos
de los beneficios para el alumnado que tiene que utilizar las TIC en las aulas,
y particularmente los dispositivos móviles es que les ayudan a desarrollar
competencias, favorece los procesos de enseñanza y aprendizaje y mantiene un
aprendizaje abierto, continuo y flexible (Garcés y Alcívar, 2016). Además,
motiva al desarrollo, la colaboración grupal, el pensamiento crítico y a la
reflexión.
Por
otro lado, desde el advenimiento de los smartphones en la población masiva se
discute acerca del uso de estos dispositivos en las aulas, y si es que deben
ser aprobados o no; o en su caso si es necesario tener programas regulados, ya
sea por la propia institución educativa o el profesorado que es la autoridad
dentro del salón (Suárez, 2018). La realidad es que estos dispositivos están
aquí y su prohibición no resuelve nada, sobre todo porque la sociedad de la
información los incluye (Fragoso et al., 2020).
Ramírez
y García (2017) mencionan que los dispositivos móviles modifican las prácticas
educativas pues se ofrecen elementos de independencia personalizados que otras
tecnologías tienen; por ejemplo, los smartphones tienen la capacidad de
recopilar y modificar datos de forma inmediata que van de la mano del uso
apropiado del internet, fotografías, transferencia de archivos, comunicación
por video en tiempo real, edición de archivos, etc.
2. Metodología
La
investigación científica es como cualquier otra, solo que más rigurosa; es
sistemática, controlada, empírica y critica de proposiciones hipotéticas sobre
las relaciones entre fenómenos naturales (Hernández et al., 2020).
Concretamente, para este estudio se opta por el enfoque cualitativo porque
estas investigaciones buscan respuestas a preguntas que remarcan cómo se
produce la experiencia social y con qué significados; además, su aporte se
relaciona con el estudio de fenómenos complejos difíciles de abordar con
herramientas cuantitativas, ya que los instrumentos propuestos no suelen
abarcar en las temáticas presentadas. Se decide utilizar este enfoque debido a
la credibilidad que arrojan sus resultados. Asimismo, la calidad de los datos
antropológicos y las interpretaciones de estos son valorados a partir de la
adecuación de las narrativas e interpretaciones con la realidad de las
perspectivas planteadas por sus participantes (Duque, 2019).
El
estudio se realizó con la herramienta de grupos de enfoque/focus groups. Esta técnica consiste en sesiones con
pequeños grupos de personas donde se aborda un tema en específico y donde se
indaga en el conocimiento, opiniones, creencias, sentimientos frente a lo que
se discute (Conejero, 2020).
Ahora,
en cuanto al alcance de este proyecto, los sujetos de estudio fueron alumnos y
alumnas que estudian diversos programas académicos a nivel pregrado de una
universidad privada en Puebla, México. La muestra poblacional fue de 63
personas, de las cuales, 37 fueron mujeres y 26 fueron hombres. La edad oscila
entre los 18 y 23 años y pertenecen a distintos programas académicos de
pregrado que incluyen las áreas de Negocios, Sociales, Humanidades Ingenierías
y Ciencias. La muestra es por conveniencia e incluye todo el alumnado enrolado
en los cursos que el investigador impartió durante el periodo académico Otoño
2022; lo cual representa cuatro cursos con el total antes mencionado.
Se
realizaron catorce grupos focales, que tuvieron una duración aproximada de 20
minutos cada uno y que fueron grabados y después ser analizados. Este proceso
se llevó a cabo durante octubre y noviembre de 2022. Los grupos quedaron de la
siguiente forma: 1) seis personas (cinco hombres y una mujer); 2) cinco
personas (un hombre y cuatro mujeres); 3) cuatro personas (un hombre y tres
mujeres); 4) cinco personas (un hombre y cuatro mujeres); 5) cuatro personas
(dos hombres y dos mujeres); 6) cuatro personas (un hombre y tres mujeres); 7)
cuatro personas (cuatro mujeres); 8) seis personas (una hombre y cinco
mujeres); 9) cinco personas (dos hombres y tres mujeres); 10) cuatro personas
(tres hombres y dos mujeres); 11) cuatro personas (un hombre y tres mujeres);
12) dos personas (dos hombres); 13) cuatro personas (dos hombres dos mujeres);
y, 14) cinco personas (cuatro hombres y una mujer).
Las
preguntas realizadas fueron las siguientes:
¿Por qué usan el teléfono en clase?
¿Cómo fomentarían el aprendizaje y enseñanza en clase
usando el teléfono?
¿Creen que el teléfono llegó para quedarse como
instrumento de aprendizaje dentro del salón de clases?
¿Prohibir el uso del teléfono les incentiva a usarlo
más?
¿Qué apps utilizas más durante las clases?
¿Hay alguna relación entre el uso del celular y el
interés por la clase?
Cabe
notar que previo a la realización final de los grupos focales, se realizaron
dos pruebas piloto con alumnado de pregrado de otros cursos para comprobar la
efectividad de las preguntas y la claridad de las respuestas; en este sentido
se hicieron algunos cambios tanto a la redacción de los cuestionamientos, como
al número de preguntas, pues al principio se tuvieron diez preguntas, y esto
cambió después de realizar la validación; a partir de ello, se obtuvieron las
preguntas antes mencionadas.
3. Resultados
Una
vez que se realizan los grupos de enfoque y se analiza cada una de las
participaciones que el alumnado tiene, es posible recapitular las principales
abstracciones que se generan en dichas conversaciones. Así, y para tener una
idea más clara de los resultados a los cuales se llega, en los siguientes
párrafos se incluyen los comentarios —parafraseados—, aseveraciones, puntos e
ideas que el alumnado tiene con relación a las preguntas planteadas. Cabe notar
que los siguientes párrafos, incluyen de forma resumida la mayoría de los
planteamientos que el estudiantado emite; nótese que los comentarios van en
relación con el orden de las preguntas emitidas.
Como
primer punto, es importante mencionar que el alumnado recurre al concepto en
inglés: Fear Of Missing Out
-FOMO-; dicho acrónimo se refiere al miedo que los usuarios
tienen a perderse algo que esté pasando en sus redes sociales, notificaciones
en WhatsApp, o cualquier vehículo de comunicación y/o contacto con el exterior
que tienen. El estudiantado comenta que dicho fenómeno es propio de la era
digital en la que viven; de hecho, al realizar este estudio, se comprueba que
el 90 % de los sujetos de estudio padecen de este síntoma y si bien no todos
los participantes conocen el término, afirman tener esta clase de
padecimientos.
En
este sentido, el alumnado afirma que la prohibición de los dispositivos no es
la respuesta para lograr mayor atención en el aula, pues si bien pueden ser
retirados o guardados se puede crear un síndrome de abstinencia lo cual haría
que no se tenga interés en la sesión y solo se piense en lo que sucede en redes
sociales, chats, páginas que visitan, etc. Las personas participantes definen
que el uso de estos aparatos “Se ha convertido en un hábito, en ocasiones los
utilizamos de forma inconsciente”; es una de las frases que más se repite por
parte del estudiantado durante los focus groups; y son los sujetos de estudio quienes
indican que lo anterior se ve vinculado a las propias características de los
dispositivos, pues las notificaciones, según sus palabras: “nos obligan a ver
lo que está pasando, sobre todo en el teléfono, no te lo puedes perder”,
afirman los y las participantes.
Ahora
bien, dentro de los comentarios que se recuperan por parte del alumnado,
destaca la idea de utilizar los dispositivos móviles como parte de una
costumbre inherente al público que se estudia; sobre todo porque al ser un
instrumento que se tiene a la mano y es fácil de utilizar, el acercamiento a
los mismos es inmediato, de hecho, se considera como algo instintivo el
utilizarlos pues es el propio contenido digital lo que les atrapa. No se debe
olvidar que quienes integran los grupos de enfoque mencionan que los
dispositivos digitales sirven como distracción para romper la monotonía de las
clases, y lo perciben como un gadget
que ayuda a que las sesiones tengan mayor dinamismo; sobre todo cuando las
clases son muy extensas.
Sin
embargo, dentro de los comentarios que más se repiten en este análisis es que
el alumnado admite tener poca atención a los distintos temas que se estudian en
clase y por ello, recurren al uso de la tableta, teléfono o laptop, y por ello
proponen que las clases debe implementarse el uso de dispositivos de forma
lúdica y no prohibirlos. Incluso, se propone que la inclusión de estos como
herramientas de aprendizaje siempre y cuando se tengan lineamientos muy claros
para su uso, de lo contrario se pueden convertir en distractores. Cabe notar
que los grupos focales estuvieron compuestos por el estudiantado que se
encuentra en distintos semestres, hay quienes están entre 2º y 4º y otros
grupos fueron constituidos por el estudiantado que durante este periodo académico
finaliza sus estudios de pregrado. Por lo tanto, se encuentra una diferencia
fundamental, quienes ya están por concluir el programa de pregrado ya que
trabajan y el dispositivo lo utilizan para cuestiones laborales y no tanto por
distracción, e incluso admiten que la propia vida laboral les ha llevado a
realizar tareas de otras materias mientras atienden a otro curso.
Por
otra parte, el uso que se le da a los dispositivos es muy amplio, aunque en su
mayoría se utilizan para consultar redes sociales, como Facebook, Twitter, TikTok, Instagram, WhatsApp y Twitter; otro tipo de uso
radica en distintos estilos de juegos o plataformas de streaming;
y en menor media, se utiliza para cuestiones educativas como Google Drive, o
apps que permitan crear presentaciones, textos y hojas de cálculo e incluso
algunas plataformas propias de la institución. Cabe notar que difícilmente, el alumnado
se aproxima a sus dispositivos para consultar alguna de las plataformas
académicas u oficiales de la IES. Pero también hubo respondientes que mencionan
que cualquier dispositivo puede utilizarse para corroborar las actividades o
ejercicios que se deben realizar durante la clase, también sirve como libreta
pues toman apuntes, e incluso se toman algunas fotos de fórmulas, diapositivas
o material que el profesorado comparte.
Del
mismo modo, el alumnado afirma que cuando el contenido del curso es complejo,
el dispositivo se usa menos; en este sentido, se puede afirmar que el tema que
se ve en el aula es un factor que influye de manera directa en el uso de este
tipo de equipos digitales. Sin embargo la mayoría de los respondientes
mencionan que los distintos dispositivos se utilizan por la asociación de temas
que se platican en el aula, es decir, el alumnado escucha una palabra o
concepto y utiliza el dispositivo para conocer más de ese tema; sin embargo, en
ocasiones se es proclive a que si bien se tenía un motivo académico para
utilizarlo, la propia distracción lo lleva a ver otras páginas y la disociación
se presenta al olvidar lo que se tenía como objetivo y una vez más las redes
sociales entran en juego.
Una gran cantidad de participantes señalan que cuando
utilizan el dispositivo en clase no significa que no estén poniendo atención a
lo que el profesor o profesora dice o explica; sino que, por extraño que
parezca, les ayuda a tener mayor concentración en los temas analizados y esto
les permite extraer mayor contenido. Ante estos aspectos, el alumnado también
comparte que en ocasiones no hay empatía de parte del profesorado y lejos de
comprender los nuevos procesos de aprendizaje de los y las jóvenes, hay una
prohibición inmediata en cuanto al uso de los dispositivos; y en este sentido,
señalan que en ocasiones el horario de clases influye de manera directa en el
uso de los dispositivos pues cuando son clases de 7:00am., necesitan algo que
les mantenga despiertos y a veces poner atención en clase no es suficiente.
Ante ello, quienes fueron sujetos de estudio proponen que
entre ambas partes se establezcan acuerdos en cuanto al uso de estos aparatos
para que sean utilizados con fines lúdicos y no solo como distractores. Cabe
notar que independientemente del tema académico, están las situaciones
personales, o posibles emergencias, a lo cual los sujetos de estudio de manera
enfática que esa es una razón suficiente para tener los dispositivos a la mano,
sobre todo, el teléfono.
Así,
las propuestas en cuanto al uso lúdico que se le puede dar a los dispositivos
electrónicos dentro del aula, el alumnado piensa que las actividades derivadas
de apps como Kahoot o Menti
fomentan la sana competencia y ayudan a desarrollar un mejor ambiente en el
aula, es decir, el uso de estas herramientas fortalece los vínculos entre
alumnado y profesorado. Cabe notar que gracias a este tipo de herramientas
también se robustece la comunicación; sumado a que el proceso de aprendizaje se
percibe como algo más dinámico. En los grupos de enfoque se menciona que tener
algún dispositivo a la mano fomenta la investigación, pues en distintos
momentos el alumnado puede buscar datos o temas en específico, lo cual
incrementa el conocimiento pues complementan lo que se estudia en las clases, y
como señalan en las conversaciones “todas las plataformas que utilizamos tienen
acceso desde el teléfono, entonces es absurdo que nos digan, no lo uses, cuando
todo lo que nos avisan y ponen de actividades está en una plataforma que puedes
ver desde el teléfono”.
Sumado
a lo anterior, en los grupos de enfoque mencionan que algunas de las
herramientas que se necesitan para las clases se encuentran en el teléfono, es
decir las apps, pueden solucionar algunos de los problemas que se piden sean
solucionados durante las sesiones. En este sentido comentan que se pueden
editar videos, resolver ecuaciones matemáticas, fotografiar, escanear códigos
QR, grabar testimonios entre otras muchas acciones que, en particular, con el smartphone,
se pueden realizar y que limitar su uso sería contradictorio, sobre todo porque
“estamos en una época donde todos estamos conectados con todo, y muchas
respuestas están en apps o en internet”; mencionan en algunas sesiones.
Un
punto que el alumnado señala es que el profesorado debe estar capacitado para
saber qué tipo de aplicaciones pueden ser utilizadas en sus pues en la
actualidad, muchas cosas pueden ser resueltas con una app. Los comentarios que
tienen los y las participantes de los grupos focales se centran en que si el
cuerpo docente está preparado y entiende que con los dispositivos móviles se
pueden crear procesos de aprendizaje más novedosos, dichas herramientas no se
convierten en un instrumento de distracción, sino en una potente herramienta de
trabajo que les puede ayudar en muchas de sus actividades escolares. Mencionan
incluso, que hay evaluaciones y exámenes que pueden resolverse desde los smartphones
y que de manera sencilla pueden calificarse y/o saber el resultado.
Finalmente,
el alumnado indica que puede haber una relación directamente proporcional entre
el uso del dispositivo y la atención que se tiene en clase o en la complejidad
de esta, por ello proponen que las sesiones sean más dinámicas y retadoras,
pues el profesorado no puede esperar que durante los 90 minutos o más que dura
una clase, tendrán el 100 % de atención a lo que el docente explique. Así, el
problema no son los dispositivos móviles, sino el uso que el alumnado le da al
interior del aula, por lo que debe existir un equilibrio entre aplicar las
estrategias adecuadas para que tengan un impacto positivo en el proceso
educativo.
Así,
una vez que se plasman los resultados, es posible admitir que los dispositivos
móviles son herramientas que ofrecen nuevos espacios para los procesos
educativos. A partir del uso inteligente por parte del alumnado, pero
propiciado por el profesorado, se puede trazar una correlación con la
innovación educativa; sobre todo, en un momento de movilidad digital que se
caracteriza por un alumnado que recurre constantemente a esta clase de
herramientas. Por ello, se debe replantear no solo el proceso que se refiere a
la impartición de clases, y de la propia pedagogía, sino entender que las
actuales generaciones están inmersas en las TIC —no siempre de forma idónea—;
pero ante ello, es el cuerpo docente quien debe encausar al estudiantado a
utilizarlos de forma eficiente.
Ante
esto, es imprescindible comprender que para el uso de los dispositivos
digitales dentro del aula es necesario tener estrategias que involucren desde
el plan de estudios, hasta el rol del profesorado, pasando por sesiones
dinámicas en las que tanto educadores como educandos se involucren en el
proceso de enseñanza y aprendizaje y no se perciba a los dispositivos móviles
como elemento de distracción, sino como herramienta para fincar mejores
aprendizajes y buscar espacios en el que las competencias relacionadas a la
tecnología puedan ser potenciadas.
4. Discusión
y conclusiones
Como resultado del análisis efectuado se observa que el
uso de las TIC —particularmente de los dispositivos digitales móviles— tiene un
papel fundamental e innovador en el ámbito educativo ya que permite desarrollar
el conocimiento, la vinculación, el trabajo en equipo y la comunicación en
muchas de sus vertientes. En consecuencia, se puede asegurar que el objetivo de
este estudio se cumple cabalmente, pues a partir del análisis de los resultados
y al compararlos con lo que la teoría dicta, se comprueba la importancia que
tienen los dispositivos móviles en la educación superior y se logra conocer que
el alumnado requiere estar cerca de estas herramientas para tener un
aprendizaje más dinámico; retirarlos del aula, no es la solución, pues a final
de cuentas, se puede entender que se han convertido en una extensión de la
juventud. En este sentido, cabe resaltar que el propósito de este estudio es
saber cómo es posible hacer una integración de los smartphones, tabletas
o laptops a las sesiones, y esto se puede establecer no solo en el marco
teórico, sino en los resultados presentados a partir de la metodología.
Es
importante señalar que si bien existen investigaciones previas que discuten el
uso de dispositivos en el aula, lo hacen desde un punto de vista empírico y
como reforzamiento de la importancia que tienen las TIC en la actualidad; sin
embargo, son pocos los análisis que se trazan sobre la usabilidad que pueden
tener los dispositivos y el énfasis que el propio alumnado le da a estas
herramientas, por lo que la literatura es escasa o nula; por ello, los recursos
de información referidos quizás no sean tan “actuales” —más de cinco años de
antigüedad—, pues pareciera que existe un estancamiento en esta clase de
estudios.
Existen
algunas relaciones interesantes que vale la pena señalar, la principal es que
el sistema educativo se enfrenta a una realidad un tanto compleja debido al
constante cambio y progreso que se presentan en los planes académicos; sin
olvidar, por supuesto, que las IES suelen tener delegada una mayor
responsabilidad debido al grado de especialización que suelen aportar al
alumnado (Doyle, 2015). Como consecuencia, se espera que el profesorado realice
diversas funciones eficazmente y, desde luego, aporten innovación en sus
prácticas docentes.
Como
aportación primordial, este estudio logra demostrar —mediante un estudio de
campo— que el alumnado debe tener la capacidad de adquirir habilidades que les
permitan lograr un aprendizaje significativo y pensamiento crítico; además, la
prohibición de los dispositivos móviles en el aula no es la panacea de las
soluciones, la idea es encontrar una forma pedagógica de utilizarlos como
herramienta de conocimiento.
La
principal limitación de este proyecto es que resulta algo complejo estudiar a
toda la población universitaria que conforma el instituto en el que se realiza
el análisis; y, en este caso, solo se estudia una muestra. En este caso, solo
se enfatizan las características positivas del uso de los dispositivos móviles;
sin embargo, se considera interesante conocer los aspectos negativos y
repercusiones que también conlleva el uso de estos aparatos dentro del aula.
Futuros
estudios podrían incluir un proyecto en el que el profesorado discuta y
argumente las razones de la prohibición de los dispositivos en clase, o en su
caso, hacer un análisis comparativo del alumnado que utiliza los aparatos en
clase, y aquellos que; otro análisis podría ser de carácter más psicológico
para visualizar los comportamientos de aislamiento o socialización que el
alumnado tiene como consecuencia del uso de estos dispositivos.
Referencias bibliográficas
Abreu, O., Naranjo, M., Rhea, B. S. y Gallegos, M. 2016. Modelo didáctico para la
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas de la Universidad Técnica del
Norte de Ecuador. Formación
Universitaria 9(4),
3-10.
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062016000400002
Ausín,
V., Abella, V., Delgado, V. y Hortigüela, D. 2016.
Aprendizaje basado en proyectos a través de las TIC: una experiencia de
innovación docente desde las aulas universitarias. Formación Universitaria,
9(3), 31-38.
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062016000300005
Avendaño Corrales, M. A, Vega
Arellano, A. H. y Morales Ávila, M. C. 2017. Uso de las TIC en la educación de
acuerdo a los organismos internacionales: caso México. Visum Mundi, 1(1), 68-73.
Bailey, J. R.
y Ford, C. M. 2023. Innovation and evolution: managing tensions within and
between the domains of theory and practice. Pergamo.
Basantes, A. V., Naranjo, M. E.,
Gallegos, M. C. y Benítez, N. M. 2017. Los dispositivos móviles en el proceso
de aprendizaje de la facultad de educación ciencia y tecnología de la
universidad Técnica del Norte de Ecuador. Formación Universitaria, 10(2), 79-88. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062017000200009
Burbules,
N. 2012. Ubiquitous learning and the future of teaching. Encounters
in Theory and History of Education, 13,
3-14. https://doi.org/10.24908/eoe-ese-rse.v13i0.4472
Cardona Andújar, J. 2020. Campos
Barrionuevo, B. (2011). Mejorar la práctica educativa. Herramientas para
optimizar el rendimiento de los alumnos. Teaching: Revista
Interuniversitaria de Didáctica, 38(1), 185-187.
Conejero,
J. C. 2020. An approximation to qualitative research. Neumol Pediatr,
15(1),
242-244.
https://doi.org/10.51451/np.v15i1.57
Cueva, Gaibor, D. A. 2020. La
tecnología educativa en tiempos de crisis. Conrado, 16(74), 341-348. https://bit.ly/3qdxPU6
Doyle, W.
(2015). Effective secondary classroom practices. En
M. J. Kyle (ed.). Reaching for excellence: an effective schools sourcebook. U.S. Department of Education.
Duque Páramo, M. C. 2019. The importance of quality in
qualitative research. Enfermería
Universitaria, 16(2). http://dx.doi.org/10.22201/eneo.23958421e.2019.2.648
Fernández Carballo, M. V. 2019. University students’ perception of mobile phone
Assisted Foreign Language Learning. Onomázein,
44,
85-105. http://dx.doi.org/10.7764/onomazein.44.05
Fiad, S. B., y Galarza, O. D. 2015.
El laboratorio virtual como estrategia para el proceso de enseñanza-aprendizaje
del concepto de mol. Formación Universitaria, 8(4), 3-14.
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062015000400002
Flavin, M.
(2017). Free, simple and easy to use: disruptive technologies,
disruptive innovation and technology enhanced learning. Palgrave
Macmillan
Fragoso Fragoso
J., Arteaga Trujillo J., Gómez Molina, A., Rivalta Olano, M., Chávez Caminero,
V. y Núñez Sarduy, S. 2020. Experiencia sobre el uso del teléfono móvil como
herramienta de enseñanza y aprendizaje en clases de Historia: percepción de los
estudiantes. Medisur, 18(4), 605-613. https://bit.ly/3BZY0QD
Garcés Suárez, E. y Alcívar Fajardo,
O. 2016. Las tecnologías de la información en el cambio de la educación
superior en el siglo XXI: reflexiones para la práctica. Revista Universidad y Sociedad,
8(4),
171-177. https://bit.ly/43xnIba
García, Sánchez, M. R., Reyes Añorve,
J. y Godínez Alarcón, G. 2018. The ICT in higher education, innovation and challenges. Revista
Iberoamericana de las Ciencias Sociales y Humanísticas, 6(12),
299-316. https://doi.org/10.23913/ricsh.v6i12.135
Hernández, Sampieri, R., Fernández,
Collado, C. y Baptista Lucio, P. 2020. Metodología de la Investigación.
McGraw Hill.
Lomelí Gutiérrez, C. L. 2016. El perfil
del docente en la universidad del siglo XXI. En I. Velasco, y M. Páez (eds.), Los retos de la
docencia ante las nuevas características de los estudiantes universitario
(pp. 21-40). ECORFAN.
McMullan
A. 8 de septiembre de 2016. 6 razones de por qué los docentes deben aceptar la
incorporación de la tecnología en clase. Universia. https://bit.ly/3IKLDMa
Suárez Mella, R. P. 2018. Reflexiones
sobre el concepto de innovación. Revista San Gregorio, (24), 120-131. https://bit.ly/3MG30yT
Navarrete Mendieta, G. y Mendieta
García, R. C. 2018. Las TIC y la educación ecuatoriana en tiempos de internet:
Breve análisis. Espirales
revista multidisciplinaria de investigación, 2(15). http://dx.doi.org/10.31876/re.v2i15.220
Ozuorcun,
N. y Savaroglu Tabak, F.
2012. Is M-learning
Versus E-learning or are they supporting each other? Procedia,
46, 299-305. https://
doi.org/10.1016/J.SBSPRO.2012.05.110
Peñalosa Castro, E. 2020. Estrategias
docentes con tecnologías. Guía práctica. Pearson.
Pérez Sánchez, F. 2019. El aula
inteligente y la atención a la diversidad. En F. Segovia (ed.), El aula
inteligente (pp.75-100). Espasa Calpe.
Prieto, M., Mijares, B. y Llorent, V. 2014. Roles del docente y del alumno
universitario desde las perspectivas de ambos protagonistas del hecho
educativo. Revista
Electrónica de Humanidades, educación y comunicación social, 18(9),
273-293. https://bit.ly/3MHlz5F
Quintero Rodríguez, E. 2017.
Estrategias para investigar la innovación educativa. En M. S. Ramírez y J. R
Valenzuela (eds.), Innovación
educativa. Investigación, formación, vinculación y visibilidad (pp.
53-69). Editorial Síntesis.
Ramírez Montoya, M. S. 2009. Recursos
tecnológicos para el aprendizaje móvil (mlearning) y
su relación con los ambientes de educación a distancia: implementaciones e
investigaciones. Revista
iberoamericana de educación a distancia, 12(2) 61-77. https://doi.org/10.5944/ried.2.12.901
Ramírez Montoya, M. S. y García
Peñalvo, J. F. 2017. La integración efectiva del dispositivo móvil en la
educación y en el aprendizaje. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia,
20(2),
29-47. http://dx.doi.org/10.5944/ried.20.2.18884
Rugeles
Contreras P., Mora González, B. y Metaute Paniagua,
P. M. 2015. El rol del estudiante en los ambientes educativos mediados por las
TIC. Revista
Lasallista de Investigación,12(2), 132-138. https://bit.ly/45yY5Zk
Shan Fu, S. 2013. ICT in Education: A critical literature review and its
implications. International Journal of Education and Development
using Information and Communication Technology, 9(1), 112-125.
Valencia, Álvarez, A. B. y Valenzuela
González, J. R. 2017. Innovación disruptiva, innovación sistemática y procesos
de mejora continua… ¿implican distintas competencias por desarrollar? En M. S.
Ramírez, y J. R. Valenzuela (eds.), Innovación educativa. Investigación, formación,
vinculación y visibilidad (pp. 109-132). Editorial Síntesis.
Valenzuela
González, J. 2017. La innovación como objeto de investigación en educación:
problemas, tensiones y experiencias. En M. S. Ramírez y J. R. Valenzuela
(eds.), Innovación
educativa. Investigación, formación, vinculación y visibilidad (pp.
29-51). Editorial Síntesis.
Vieluf,
S., Kaplan, D., Klieme, E. y Bayer, S. 2012. Teaching Practices and Pedagogical Innovation:
Evidence from TALIS. Center for Educational Research and Innovation.
http://dx.doi.org/10.1787/9789264123540-en
Zhao, X., Wan,
X. y Okamoto, T. 2010. Adaptive content delivery in ubiquitous learning
environment. 6th IEEE International Conference on Wireless, Mobile,
and Ubiquitous Technologies in Education, 19-26.
http://dx.doi.org/10.1109/WMUTE.2010.10