Uso de dispositivos móviles en el aula para
dinamizar e incentivar el aprendizaje.
Estudio de caso con alumnado de pregrado
Use of mobile devices in the classroom to stimulate and encourage
learning. Study case: undergraduate students
Dr. Rodrigo Urcid es profesor de tiempo completo en el Tecnológico de Monterrey, México (rurcid@tec.mx)
(https://orcid.org/0000-0002-5102-3558)
Recibido: 2022-11-16 / Revisado: 2023-05-24 / Aceptado: 2023-05-29 / Publicado: 2023-07-01
Resumen
Este texto se desarrolla porque busca comprender cómo se
pueden incorporar en el aula nuevas pedagogías basadas en el
uso de dispositivos móviles. El objetivo de esta investigación
es sustentar que el uso de smartphones, tabletas y laptops en el
salón de clases es algo necesario y debe incorporarse como una
práctica lúdica en los salones de clases. El enfoque metodológico
es cualitativo; se tienen 63 personas como sujetos de estudio, las
cuales se dividen en catorce grupos focales. Hay tres resultados
esenciales: 1) es inevitable incorporar dispositivos móviles como
herramientas de trabajo en las clases; 2) los dispositivos son
aliados del aprendizaje si se utilizan de forma adecuada; 3) se
debe integrar la tecnología en los contextos educativos actuales.
La principal discusión se enfoca en entender que los dispositi-
vos móviles son un componente esencial que forma parte del
estudiantado y del ser humano y que su uso es cada vez mayor.
La conclusión es que prohibir su uso no es una opción viable, al
contrario; el docente debe tener la capacidad de incluirlo en las
sesiones y hacer que se convierta en una herramienta que fomen-
ta el proceso de enseñanza y aprendizaje, es decir, la educación
necesita actualizarse y esa renovación debe abordarse desde
un punto de vista que integre la tecnología con la innovación
educativa.
Palabras clave: dispositivos móviles, aprendizaje, enseñanza,
alumnado, profesorado, innovación educativa.
Abstract
This text is developed because it looks to understand how new
pedagogies based on the use of mobile devices can be incorpo-
rated in the classroom by teachers and professors as well. The
objective of this research is to show that the use of smartphones,
tablets and laptops during class sessions is something necessary
and that it should be incorporated as a practice in classrooms. The
methodological approach is qualitative; There are 63 people as
study subjects, who are divided into fourteen focus groups. There
are three essential results: 1) it is inevitable to incorporate mobile
devices as work tools in classes; 2) devices are allies of learning
if they are used properly; 3) technology must be integrated into
current educational contexts. The main discussion focuses on
understanding that mobile devices are an essential component
and those are part of the students. As a conclusion, the prohibition
of mobile devices isn´t a viable option, on the contrary, the teach-
er must have the ability to include them within the sessions and
make them a tool that promotes the learning process. teaching and
learning, that is, education needs to be updated and accompany
this renewal from a point of view that integrates technology with
innovative education.
Keywords: mobile devices, learning, teaching, students, teachers,
innovative education.
julio-diciembre 2023
Vol. 18, No. 2, 211-220
https://doi.org/10.17163/alt.v18n2.2023.05
Forma sugerida de citar (APA): Urcid, R. (2023). Uso de dispositivos móviles en el aula para dinamizar e incentivar el aprendizaje.
Estudio de caso con alumnado de pregrado. Alteridad, 18(2), 211-220. https://doi.org/10.17163/alt.v18n2.2023.05
p-ISSN:1390-325X / e-ISSN:1390-8642
http://alteridad.ups.edu.ec
Dr. Rodrigo Urcid
© Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
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1. Introducción y estado de la cuestión
Cada vez se le da mayor notoriedad a la
incorporación de las Tecnologías de Información y
Comunicación-TIC, como herramientas de apoyo en
la vida universitaria, particularmente, a nivel pregra-
do (García et al., 2018). En este sentido, actualmen-
te, es poco probable concebir un proceso formativo
académico 100 % fuera de los avances digitales y la
interconexión; esto se debe a que al hablar de una
educación disruptiva implica el uso de dispositivos
móviles y demás recursos electrónicos y pedagó-
gicos que robustecen el aprendizaje y la enseñanza
(Peñalosa, 2020).
Por otro lado, las innovaciones educativas
transitan una serie de cambios que se mudan de los
modelos tradicionales —basado en el profesorado—
hacia un tratamiento enfocado en el aprendizaje
activo, aquel que se vincula con vivencias reales y
cercanas a la práctica y que demandan habilidades
según los nuevo roles tanto del alumnado como del
cuerpo docente (Bailey y Ford, 2023); por lo que se
ha establecido que la promoción y el fomento de
la disrupción e innovación educativa es una estra-
tegia relevante para las Instituciones de Educación
Superior -IES- (Quintero, 2017).
Así, la educación cambia y tanto el profesora-
do como el alumnado deben adecuarse a los nuevos
esquemas que las IES demandan; estos papeles se
han transformado como consecuencia de los proce-
sos educativos y deben percibirse como algo positivo
y que puede generar cambios positivos (Navarrete y
Mendieta, 2018). Por un lado, el profesorado debe
adaptarse al uso que la juventud le da a los dispositivos
y por otro, se debe entender que los jóvenes de hoy
nacen con un abanico de TIC disponibles y eso no se
puede negar, por ello, se debe mantener un equilibrio
dentro del aula para su uso. Para el alumnado, lo nor-
mal es estar online por medio de los dispositivos que
tiene a la mano, lo cual les hace tener mayor comodi-
dad, lo anterior valida aún más la incorporación de
tecnología dentro aula (McMullan, 2016).
En cuanto a la interacción que tiene el alum-
nado dentro del aula, esta se puede ver potencializa-
da si se involucra el uso inteligente de los dispositivos
para dinamizar el rol que desempeña mientras se
presenta la sesión, es decir, crear un entorno en el
que las y los estudiantes sean capaces de interactuar
de forma inmediata y sean parte activa del proceso
educativo; lo anterior, potencializa la retención de
conocimiento y dinamiza la relación entre educador
y educando.
Sobre las TIC, se debe mencionar que se utili-
zan prácticamente para todo, desde el trabajo hasta
el ocio; al tener un porcentaje considerablemente
elevado de usuarios que están permanentemente
conectados y conectadas a los servicios que ofrecen
los dispositivos, no se puede negar que el sistema
educativo debe aprovechar las múltiples ventajas que
las TIC ofrecen en distintos campos académicos. De
hecho, no se puede negar que el smartphone, es la
herramienta que más utiliza el alumnado y es preci-
samente por eso que la integración de este en el aula
no puede pasar desapercibida (Fernández, 2019).
Referente a estos dispositivos se han convertido
en el común denominador dentro de los salones de
clase; sin embargo, aún no se han establecido acuer-
dos formales e institucionales en cuanto a su uso; y
los lineamientos dependen de cada instituto educati-
vo, profesor, materia, plan educativo, etc. Finalmente,
y para tener una delimitación más apropiada de lo
que se considera como dispositivo móvil digital, para
este estudio se recurre al término de Ramírez (2012),
quien lo define como un procesador con memoria
con diversas formas de entrada, entiéndase teclado,
pantalla, botones y formas de salida (texto, gráficas,
pantalla, vibración, audio, cable).
Una vez que se contextualiza lo que sucede
con relación al uso de los dispositivos digitales en el
aula, la innovación educativa, los roles del alumnado
y profesorado, es posible mencionar que el propó-
sito de este estudio es sustentar que los dispositivos
móviles son necesarios para fortalecer y promover
los procesos de enseñanza y aprendizaje a nivel supe-
rior, además de ratificar la importancia de estos para
fortalecer la innovación educativa y robustecer las
nuevas técnicas pedagógicas.
La innovación es fundamental para crear pro-
puestas que formulen nuevos estilos de formación
que impulsen la calidad y funciones de enseñanza
y aprendizaje. Por ello, es necesario entender sus
componentes, los roles de quienes intervienen y las
posibilidades de ejecución (Cueva, 2020). De mane-
ra precisa, dentro del nivel educativo, la innovación
puede ser representada en distintos niveles que
van desde lo pedagógico, hasta la administración y
la profesionalización y actualización (Valenzuela,
2017). Por ello se dice que la educación —en cual-
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quiera de sus niveles— no puede prescindir de la
innovación pues esta es uno de los elementos que
mejor se adaptan a las características del alumnado.
En suma, la innovación educativa puede definirse
como toda evolución —en cualquiera de sus vías—,
que robustece el proceso de enseñanza y de apren-
dizaje; además, se considera como una intervención
donde el objeto de la innovación son las técnicas
pedagógicas o metodologías de enseñanza (Vieluf et
al., 2012).
De esta forma, a la innovación se le asocia con
tres aspectos elementales: novedad, creatividad y
mejora, dicho de forma reduccionista, innovar impli-
ca la creación de algo no convencional que devenga
en una mejora en un contexto, para la resolución de
problemas, en el análisis estratégico o procesos, entre
otras áreas (Valencia y Valenzuela, 2017). Por eso, las
innovaciones en los institutos educativos acontecen
en el aula, fuera de ella, en las prácticas docentes,
en las pedagogías, en el currículo, en los programas
académicos y en diferentes ámbitos que posibilitan
la transformación. Finalmente, se debe señalar que
actualmente no existe una cantidad suficiente de
literatura que complemente el uso de los dispositi-
vos móviles en el aula; de ahí que este texto pretende
abonar al conocimiento sobre estos temas.
1.2 Alumnado y profesorado
en la educación
Las IES se encuentran ante enfoques que bus-
can modificar la percepción que se tiene sobre estas,
donde el aprendizaje centrado en el estudiantado es
lo que impera. Por ello, el docente debe construir un
nuevo rol donde guía al estudiantado hacia el desa-
rrollo y adquisición de diversas competencias que le
ayuden a desenvolverse en situaciones personales y
profesionales. De manera directa, la labor del profe-
sorado no se limita a la propagación del conocimien-
to, implica asumir liderazgo ante el grupo diseñar
una serie de esquemas que le permitan transmitir y
asesorar al alumnado en la disciplina que le corres-
ponde (Lomelí, 2016).
Así, uno de los retos a los que se enfrenta el
cuerpo docente es atender a las necesidades edu-
cativas del estudiantado (Cardona y Barrionuevo,
2020). Las diferencias individuales en el aprendizaje
y las implicaciones que tienen para una educación
eficaz son objeto tanto de investigación como de
programas de innovación destinados a mejorar la
calidad educativa, que, por otra parte, en cada época
y momento social han tenido y tienen distintas con-
notaciones (Pérez, 2019).
Para todo lo anterior, el profesorado debe
tener un adecuado aprovechamiento de las TIC y así
crear diferentes recursos de enseñanza, mismos que
deben basarse en las características y necesidades
del grupo/estudiantado al cual le imparte clases para
generar autoaprendizaje y alcanzar los logros estable-
cidos (Ausín et al., 2016). Lo anterior, evidentemen-
te, conlleva un cambio en los modelos pedagógicos y
estilo de enseñanza (Basantes et al., 2017).
Así, el reto para el profesorado consiste en el
aprovechamiento de las bondades que conlleva uti-
lizar dispositivos digitales para detonar el aprendi-
zaje y fomentar la participación continua mediante
un uso didáctico que permita ver a estos aparatos
no como un distractor, sino como una herramienta
para impulsar la educación innovadora y borrar la
concepción de la enseñanza tradicional (Abreu et
al., 2016).
Por otra parte, está el nuevo rol del alumnado,
ellos y ellas dentro de este paradigma, dejan la pasi-
vidad y se convierten en personas activas (Rugeles et
al., 2015); de un estudiantado que solo escuchaba al
profesorado, a personas capaces de protagonizar su
propio aprendizaje; es decir, tiene más participación
en todos papeles que conlleva la academia, desde
investigar, hasta tomar argumentos y compararlos
(Prieto et al., 2014).
Existe un concepto dentro del ámbito educativo
denominado aprendizaje ubicuo/U-learning, el cual se
refiere a que gracias a los diferentes dispositivos por-
tátiles, los aprendizajes pueden ocurrir en cualquier
momento y lugar (Burbules, 2012). Concretamente,
se apoya en dispositivos móviles como smartphones,
tabletas electrónicas o laptops. Lo anterior tiene un
impacto directo en el tipo de materiales que el profe-
sorado puede compartir, los cuales van desde textos
en formato PDF, hasta videos, imágenes, presentacio-
nes, etc. (Zhao et al., 2010).
Cabe señalar que es desde el año 2010 que se
habla de una forma de aprendizaje usando el teléfo-
no (Ozuorcun y Savaroglu, 2012). Actualmente, el
smartphone se encuentra en manos de prácticamente
todas las personas que asisten a una IES. Este dispo-
sitivo, entre el 2010 y el 2020 se ha convertido en el
aparato electrónico indispensable pues facilita y sirve
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para acceder a información como una computadora
personal (Cervantes y Hernández, 2020). Por ello, en
los teléfonos inteligentes se pueden encontrar herra-
mientas para que el alumnado desarrolle ecuaciones
matemáticas, haga proyecciones, se comuniquen de
forma inmediata, descarguen apps dependiendo de
la disciplina en la cual se preparan y así darles un uso
más inteligente a estos dispositivos.
Así, el uso de los dispositivos móviles de forma
adecuada puede ser una contribución innovadora en
la motivación por el aprendizaje durante la vida uni-
versitaria (Avendaño et al., 2017). En este sentido, se
debe señalar que el diseño de entornos educativos
virtuales busca que la enseñanza y aprendizaje se
centre en desarrollar un pensamiento crítico y que
sea capaz de adaptar se los distintos contextos bajo
un ambiente de colaboración (Flavin, 2017). Utilizar
los dispositivos para robustecer el aprendizaje impli-
ca diseñar actividades idóneas que contribuyan a
facilitar el trabajo al estudiantado (Fiad y Galarza,
2015). Los dispositivos móviles, de una u otra forma
transforman la educación, pues son un instrumento
poderoso, que están al servicio de la educación y del
aprendizaje del estudiantado (Shan, 2013).
Algunos de los beneficios para el alumnado
que tiene que utilizar las TIC en las aulas, y particu-
larmente los dispositivos móviles es que les ayudan
a desarrollar competencias, favorece los procesos de
enseñanza y aprendizaje y mantiene un aprendizaje
abierto, continuo y flexible (Garcés y Alcívar, 2016).
Además, motiva al desarrollo, la colaboración gru-
pal, el pensamiento crítico y a la reflexión.
Por otro lado, desde el advenimiento de los
smartphones en la población masiva se discute acer-
ca del uso de estos dispositivos en las aulas, y si es
que deben ser aprobados o no; o en su caso si es
necesario tener programas regulados, ya sea por la
propia institución educativa o el profesorado que es
la autoridad dentro del salón (Suárez, 2018). La reali-
dad es que estos dispositivos están aquí y su prohibi-
ción no resuelve nada, sobre todo porque la sociedad
de la información los incluye (Fragoso et al., 2020).
Ramírez y García (2017) mencionan que los
dispositivos móviles modifican las prácticas educati-
vas pues se ofrecen elementos de independencia per-
sonalizados que otras tecnologías tienen; por ejem-
plo, los smartphones tienen la capacidad de recopilar
y modificar datos de forma inmediata que van de
la mano del uso apropiado del internet, fotografías,
transferencia de archivos, comunicación por video
en tiempo real, edición de archivos, etc.
2. Metodología
La investigación científica es como cualquier
otra, solo que más rigurosa; es sistemática, contro-
lada, empírica y critica de proposiciones hipotéti-
cas sobre las relaciones entre fenómenos naturales
(Hernández et al., 2020). Concretamente, para este
estudio se opta por el enfoque cualitativo porque
estas investigaciones buscan respuestas a preguntas
que remarcan cómo se produce la experiencia social
y con qué significados; además, su aporte se relacio-
na con el estudio de fenómenos complejos difíciles
de abordar con herramientas cuantitativas, ya que
los instrumentos propuestos no suelen abarcar en las
temáticas presentadas. Se decide utilizar este enfoque
debido a la credibilidad que arrojan sus resultados.
Asimismo, la calidad de los datos antropológicos y
las interpretaciones de estos son valorados a partir
de la adecuación de las narrativas e interpretaciones
con la realidad de las perspectivas planteadas por sus
participantes (Duque, 2019).
El estudio se realizó con la herramienta de
grupos de enfoque/focus groups. Esta técnica consiste
en sesiones con pequeños grupos de personas donde
se aborda un tema en específico y donde se indaga en
el conocimiento, opiniones, creencias, sentimientos
frente a lo que se discute (Conejero, 2020).
Ahora, en cuanto al alcance de este proyecto,
los sujetos de estudio fueron alumnos y alumnas que
estudian diversos programas académicos a nivel pre-
grado de una universidad privada en Puebla, México.
La muestra poblacional fue de 63 personas, de las
cuales, 37 fueron mujeres y 26 fueron hombres. La
edad oscila entre los 18 y 23 años y pertenecen a dis-
tintos programas académicos de pregrado que inclu-
yen las áreas de Negocios, Sociales, Humanidades
Ingenierías y Ciencias. La muestra es por convenien-
cia e incluye todo el alumnado enrolado en los cur-
sos que el investigador impartió durante el periodo
académico Otoño 2022; lo cual representa cuatro
cursos con el total antes mencionado.
Se realizaron catorce grupos focales, que
tuvieron una duración aproximada de 20 minu-
tos cada uno y que fueron grabados y después ser
analizados. Este proceso se llevó a cabo durante
octubre y noviembre de 2022. Los grupos quedaron
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de la siguiente forma: 1) seis personas (cinco hom-
bres y una mujer); 2) cinco personas (un hombre
y cuatro mujeres); 3) cuatro personas (un hombre
y tres mujeres); 4) cinco personas (un hombre y
cuatro mujeres); 5) cuatro personas (dos hombres
y dos mujeres); 6) cuatro personas (un hombre y
tres mujeres); 7) cuatro personas (cuatro mujeres);
8) seis personas (una hombre y cinco mujeres); 9)
cinco personas (dos hombres y tres mujeres); 10)
cuatro personas (tres hombres y dos mujeres); 11)
cuatro personas (un hombre y tres mujeres); 12) dos
personas (dos hombres); 13) cuatro personas (dos
hombres dos mujeres); y, 14) cinco personas (cuatro
hombres y una mujer).
Las preguntas realizadas fueron las siguientes:
¿Por qué usan el teléfono en clase?
¿Cómo fomentarían el aprendizaje y enseñanza
en clase usando el teléfono?
¿Creen que el teléfono llegó para quedarse
como instrumento de aprendizaje dentro del
salón de clases?
¿Prohibir el uso del teléfono les incentiva a
usarlo más?
¿Qué apps utilizas más durante las clases?
¿Hay alguna relación entre el uso del celular y
el interés por la clase?
Cabe notar que previo a la realización final de
los grupos focales, se realizaron dos pruebas pilo-
to con alumnado de pregrado de otros cursos para
comprobar la efectividad de las preguntas y la cla-
ridad de las respuestas; en este sentido se hicieron
algunos cambios tanto a la redacción de los cuestio-
namientos, como al número de preguntas, pues al
principio se tuvieron diez preguntas, y esto cambió
después de realizar la validación; a partir de ello, se
obtuvieron las preguntas antes mencionadas.
3. Resultados
Una vez que se realizan los grupos de enfoque
y se analiza cada una de las participaciones que el
alumnado tiene, es posible recapitular las principales
abstracciones que se generan en dichas conversacio-
nes. Así, y para tener una idea más clara de los resul-
tados a los cuales se llega, en los siguientes párrafos
se incluyen los comentarios —parafraseados—, ase-
veraciones, puntos e ideas que el alumnado tiene con
relación a las preguntas planteadas. Cabe notar que
los siguientes párrafos, incluyen de forma resumida
la mayoría de los planteamientos que el estudiantado
emite; nótese que los comentarios van en relación
con el orden de las preguntas emitidas.
Como primer punto, es importante mencio-
nar que el alumnado recurre al concepto en inglés:
Fear Of Missing Out -FOMO-; dicho acrónimo se
refiere al miedo que los usuarios tienen a perderse
algo que esté pasando en sus redes sociales, notifica-
ciones en WhatsApp, o cualquier vehículo de comu-
nicación y/o contacto con el exterior que tienen. El
estudiantado comenta que dicho fenómeno es propio
de la era digital en la que viven; de hecho, al realizar
este estudio, se comprueba que el 90 % de los sujetos
de estudio padecen de este síntoma y si bien no todos
los participantes conocen el término, afirman tener
esta clase de padecimientos.
En este sentido, el alumnado afirma que la
prohibición de los dispositivos no es la respuesta
para lograr mayor atención en el aula, pues si bien
pueden ser retirados o guardados se puede crear un
síndrome de abstinencia lo cual haría que no se tenga
interés en la sesión y solo se piense en lo que sucede
en redes sociales, chats, páginas que visitan, etc. Las
personas participantes definen que el uso de estos
aparatos “Se ha convertido en un hábito, en ocasio-
nes los utilizamos de forma inconsciente”; es una de
las frases que más se repite por parte del estudianta-
do durante los focus groups; y son los sujetos de estu-
dio quienes indican que lo anterior se ve vinculado
a las propias características de los dispositivos, pues
las notificaciones, según sus palabras: “nos obligan a
ver lo que está pasando, sobre todo en el teléfono, no
te lo puedes perder, afirman los y las participantes.
Ahora bien, dentro de los comentarios que se
recuperan por parte del alumnado, destaca la idea
de utilizar los dispositivos móviles como parte de
una costumbre inherente al público que se estudia;
sobre todo porque al ser un instrumento que se tiene
a la mano y es fácil de utilizar, el acercamiento a los
mismos es inmediato, de hecho, se considera como
algo instintivo el utilizarlos pues es el propio conte-
nido digital lo que les atrapa. No se debe olvidar que
quienes integran los grupos de enfoque mencionan
que los dispositivos digitales sirven como distracción
para romper la monotonía de las clases, y lo perciben
como un gadget que ayuda a que las sesiones tengan
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mayor dinamismo; sobre todo cuando las clases son
muy extensas.
Sin embargo, dentro de los comentarios que
más se repiten en este análisis es que el alumnado
admite tener poca atención a los distintos temas que
se estudian en clase y por ello, recurren al uso de la
tableta, teléfono o laptop, y por ello proponen que
las clases debe implementarse el uso de dispositivos
de forma lúdica y no prohibirlos. Incluso, se propo-
ne que la inclusión de estos como herramientas de
aprendizaje siempre y cuando se tengan lineamien-
tos muy claros para su uso, de lo contrario se pueden
convertir en distractores. Cabe notar que los grupos
focales estuvieron compuestos por el estudiantado
que se encuentra en distintos semestres, hay quienes
están entre 2º y 4º y otros grupos fueron constituidos
por el estudiantado que durante este periodo acadé-
mico finaliza sus estudios de pregrado. Por lo tanto,
se encuentra una diferencia fundamental, quienes
ya están por concluir el programa de pregrado ya
que trabajan y el dispositivo lo utilizan para cues-
tiones laborales y no tanto por distracción, e incluso
admiten que la propia vida laboral les ha llevado a
realizar tareas de otras materias mientras atienden a
otro curso.
Por otra parte, el uso que se le da a los dispo-
sitivos es muy amplio, aunque en su mayoría se uti-
lizan para consultar redes sociales, como Facebook,
Twitter, TikTok, Instagram, WhatsApp y Twitter;
otro tipo de uso radica en distintos estilos de juegos o
plataformas de streaming; y en menor media, se uti-
liza para cuestiones educativas como Google Drive,
o apps que permitan crear presentaciones, textos y
hojas de cálculo e incluso algunas plataformas pro-
pias de la institución. Cabe notar que difícilmente,
el alumnado se aproxima a sus dispositivos para
consultar alguna de las plataformas académicas u
oficiales de la IES. Pero también hubo respondien-
tes que mencionan que cualquier dispositivo puede
utilizarse para corroborar las actividades o ejercicios
que se deben realizar durante la clase, también sirve
como libreta pues toman apuntes, e incluso se toman
algunas fotos de fórmulas, diapositivas o material
que el profesorado comparte.
Del mismo modo, el alumnado afirma que
cuando el contenido del curso es complejo, el dispo-
sitivo se usa menos; en este sentido, se puede afir-
mar que el tema que se ve en el aula es un factor que
influye de manera directa en el uso de este tipo de
equipos digitales. Sin embargo la mayoría de los res-
pondientes mencionan que los distintos dispositivos
se utilizan por la asociación de temas que se platican
en el aula, es decir, el alumnado escucha una palabra
o concepto y utiliza el dispositivo para conocer más
de ese tema; sin embargo, en ocasiones se es proclive
a que si bien se tenía un motivo académico para uti-
lizarlo, la propia distracción lo lleva a ver otras pági-
nas y la disociación se presenta al olvidar lo que se
tenía como objetivo y una vez más las redes sociales
entran en juego.
Una gran cantidad de participantes señalan
que cuando utilizan el dispositivo en clase no significa
que no estén poniendo atención a lo que el profesor
o profesora dice o explica; sino que, por extraño que
parezca, les ayuda a tener mayor concentración en
los temas analizados y esto les permite extraer mayor
contenido. Ante estos aspectos, el alumnado también
comparte que en ocasiones no hay empatía de parte
del profesorado y lejos de comprender los nuevos
procesos de aprendizaje de los y las jóvenes, hay una
prohibición inmediata en cuanto al uso de los dispo-
sitivos; y en este sentido, señalan que en ocasiones el
horario de clases influye de manera directa en el uso
de los dispositivos pues cuando son clases de 7:00am.,
necesitan algo que les mantenga despiertos y a veces
poner atención en clase no es suficiente.
Ante ello, quienes fueron sujetos de estudio pro-
ponen que entre ambas partes se establezcan acuerdos
en cuanto al uso de estos aparatos para que sean utiliza-
dos con fines lúdicos y no solo como distractores. Cabe
notar que independientemente del tema académico,
están las situaciones personales, o posibles emergen-
cias, a lo cual los sujetos de estudio de manera enfática
que esa es una razón suficiente para tener los dispositi-
vos a la mano, sobre todo, el teléfono.
Así, las propuestas en cuanto al uso lúdico
que se le puede dar a los dispositivos electrónicos
dentro del aula, el alumnado piensa que las activida-
des derivadas de apps como Kahoot o Menti fomen-
tan la sana competencia y ayudan a desarrollar un
mejor ambiente en el aula, es decir, el uso de estas
herramientas fortalece los vínculos entre alumnado
y profesorado. Cabe notar que gracias a este tipo de
herramientas también se robustece la comunicación;
sumado a que el proceso de aprendizaje se percibe
como algo más dinámico. En los grupos de enfoque
se menciona que tener algún dispositivo a la mano
fomenta la investigación, pues en distintos momen-
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tos el alumnado puede buscar datos o temas en
específico, lo cual incrementa el conocimiento pues
complementan lo que se estudia en las clases, y como
señalan en las conversaciones “todas las platafor-
mas que utilizamos tienen acceso desde el teléfono,
entonces es absurdo que nos digan, no lo uses, cuan-
do todo lo que nos avisan y ponen de actividades está
en una plataforma que puedes ver desde el teléfono.
Sumado a lo anterior, en los grupos de enfo-
que mencionan que algunas de las herramientas que
se necesitan para las clases se encuentran en el telé-
fono, es decir las apps, pueden solucionar algunos de
los problemas que se piden sean solucionados duran-
te las sesiones. En este sentido comentan que se pue-
den editar videos, resolver ecuaciones matemáticas,
fotografiar, escanear códigos QR, grabar testimonios
entre otras muchas acciones que, en particular, con
el smartphone, se pueden realizar y que limitar su
uso sería contradictorio, sobre todo porque “estamos
en una época donde todos estamos conectados con
todo, y muchas respuestas están en apps o en inter-
net”; mencionan en algunas sesiones.
Un punto que el alumnado señala es que el
profesorado debe estar capacitado para saber qué
tipo de aplicaciones pueden ser utilizadas en sus
pues en la actualidad, muchas cosas pueden ser
resueltas con una app. Los comentarios que tienen
los y las participantes de los grupos focales se cen-
tran en que si el cuerpo docente está preparado y
entiende que con los dispositivos móviles se pueden
crear procesos de aprendizaje más novedosos, dichas
herramientas no se convierten en un instrumento
de distracción, sino en una potente herramienta de
trabajo que les puede ayudar en muchas de sus acti-
vidades escolares. Mencionan incluso, que hay eva-
luaciones y exámenes que pueden resolverse desde
los smartphones y que de manera sencilla pueden
calificarse y/o saber el resultado.
Finalmente, el alumnado indica que puede
haber una relación directamente proporcional entre
el uso del dispositivo y la atención que se tiene en
clase o en la complejidad de esta, por ello proponen
que las sesiones sean más dinámicas y retadoras,
pues el profesorado no puede esperar que durante los
90 minutos o más que dura una clase, tendrán el 100
% de atención a lo que el docente explique. Así, el
problema no son los dispositivos móviles, sino el uso
que el alumnado le da al interior del aula, por lo que
debe existir un equilibrio entre aplicar las estrategias
adecuadas para que tengan un impacto positivo en el
proceso educativo.
Así, una vez que se plasman los resultados,
es posible admitir que los dispositivos móviles son
herramientas que ofrecen nuevos espacios para los
procesos educativos. A partir del uso inteligente por
parte del alumnado, pero propiciado por el profeso-
rado, se puede trazar una correlación con la innova-
ción educativa; sobre todo, en un momento de movi-
lidad digital que se caracteriza por un alumnado que
recurre constantemente a esta clase de herramientas.
Por ello, se debe replantear no solo el proceso que
se refiere a la impartición de clases, y de la propia
pedagogía, sino entender que las actuales generacio-
nes están inmersas en las TIC —no siempre de forma
idónea—; pero ante ello, es el cuerpo docente quien
debe encausar al estudiantado a utilizarlos de forma
eficiente.
Ante esto, es imprescindible comprender que
para el uso de los dispositivos digitales dentro del
aula es necesario tener estrategias que involucren
desde el plan de estudios, hasta el rol del profesora-
do, pasando por sesiones dinámicas en las que tanto
educadores como educandos se involucren en el pro-
ceso de enseñanza y aprendizaje y no se perciba a los
dispositivos móviles como elemento de distracción,
sino como herramienta para fincar mejores apren-
dizajes y buscar espacios en el que las competencias
relacionadas a la tecnología puedan ser potenciadas.
4. Discusión y conclusiones
Como resultado del análisis efectuado se obser-
va que el uso de las TIC —particularmente de los
dispositivos digitales móviles— tiene un papel fun-
damental e innovador en el ámbito educativo ya que
permite desarrollar el conocimiento, la vinculación,
el trabajo en equipo y la comunicación en muchas
de sus vertientes. En consecuencia, se puede asegurar
que el objetivo de este estudio se cumple cabalmente,
pues a partir del análisis de los resultados y al com-
pararlos con lo que la teoría dicta, se comprueba la
importancia que tienen los dispositivos móviles en la
educación superior y se logra conocer que el alum-
nado requiere estar cerca de estas herramientas para
tener un aprendizaje más dinámico; retirarlos del aula,
no es la solución, pues a final de cuentas, se puede
entender que se han convertido en una extensión de
la juventud. En este sentido, cabe resaltar que el pro-
Dr. Rodrigo Urcid
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218
pósito de este estudio es saber cómo es posible hacer
una integración de los smartphones, tabletas o laptops
a las sesiones, y esto se puede establecer no solo en el
marco teórico, sino en los resultados presentados a
partir de la metodología.
Es importante señalar que si bien existen
investigaciones previas que discuten el uso de dispo-
sitivos en el aula, lo hacen desde un punto de vista
empírico y como reforzamiento de la importancia
que tienen las TIC en la actualidad; sin embargo,
son pocos los análisis que se trazan sobre la usabi-
lidad que pueden tener los dispositivos y el énfasis
que el propio alumnado le da a estas herramientas,
por lo que la literatura es escasa o nula; por ello, los
recursos de información referidos quizás no sean
tan “actuales” —más de cinco años de antigüedad—,
pues pareciera que existe un estancamiento en esta
clase de estudios.
Existen algunas relaciones interesantes que
vale la pena señalar, la principal es que el sistema
educativo se enfrenta a una realidad un tanto com-
pleja debido al constante cambio y progreso que
se presentan en los planes académicos; sin olvidar,
por supuesto, que las IES suelen tener delegada una
mayor responsabilidad debido al grado de especia-
lización que suelen aportar al alumnado (Doyle,
2015). Como consecuencia, se espera que el profeso-
rado realice diversas funciones eficazmente y, desde
luego, aporten innovación en sus prácticas docentes.
Como aportación primordial, este estudio
logra demostrar —mediante un estudio de campo—
que el alumnado debe tener la capacidad de adquirir
habilidades que les permitan lograr un aprendizaje
significativo y pensamiento crítico; además, la pro-
hibición de los dispositivos móviles en el aula no es
la panacea de las soluciones, la idea es encontrar una
forma pedagógica de utilizarlos como herramienta
de conocimiento.
La principal limitación de este proyecto es que
resulta algo complejo estudiar a toda la población
universitaria que conforma el instituto en el que se
realiza el análisis; y, en este caso, solo se estudia una
muestra. En este caso, solo se enfatizan las caracterís-
ticas positivas del uso de los dispositivos móviles; sin
embargo, se considera interesante conocer los aspec-
tos negativos y repercusiones que también conlleva
el uso de estos aparatos dentro del aula.
Futuros estudios podrían incluir un proyec-
to en el que el profesorado discuta y argumente las
razones de la prohibición de los dispositivos en clase,
o en su caso, hacer un análisis comparativo del alum-
nado que utiliza los aparatos en clase, y aquellos que;
otro análisis podría ser de carácter más psicológico
para visualizar los comportamientos de aislamiento
o socialización que el alumnado tiene como conse-
cuencia del uso de estos dispositivos.
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