Aprendizaje vicario y tipos de
conductas en infantes de Educación Inicial
Vicarious learning and types of behaviors in infants of Initial Education
Stefany Raquel Flores es maestrante de la Universidad Politécnica Salesiana (Ecuador)
(sfloresm2@est.ups.edu.ec) (https://orcid.org/0000-0003-2275-7533)
Dra. María Elena Ortiz-Espinoza es docente e investigadora de la Universidad Politécnica Salesiana (Ecuador)
(mortize@ups.edu.ec) (https://orcid.org/0000-0002-8778-9512)
Recibido: 2022-09-09 / Revisado: 2022-10-28 / Aceptado: 2023-02-14 / Publicado: 2023-07-01
Resumen
Este artículo analiza las formas en que el aprendizaje vicario
promueve la reproducción de conductas en los infantes de
Educación Inicial. La investigación nació a partir de una proble-
mática evidenciada en el aula de clases de una institución pri-
vada ubicada al norte de la ciudad de Quito, con la finalidad de
comprender la reproducción de conductas por medio del apren-
dizaje vicario. La metodología utilizada se basó en un enfoque
cualitativo, al observar y recopilar información para profundizar
la investigación. Los métodos utilizados fueron: analítico sintéti-
co, etnográfico y hermenéutico. Además, se utilizó la técnica de
observación directa a los infantes; y entrevistas aplicadas a dos
docentes. Los resultados determinaron que los infantes mani-
fiestan diferentes conductas, según la actividad y el ambiente.
Aunque, la conducta agresiva y adquirida tienen mayor inciden-
cia. También se determinó el desconocimiento sobre el aprendi-
zaje vicario por parte de las docentes. Esto lleva a que la mayoría
de conductas, especialmente agresiva, las vean como naturales
por la edad, sin considerar el espacio o cambios que inciden de
forma directa en dichas conductas. La investigación enfatiza la
importancia de considerar el aprendizaje vicario como uno de
los aspectos que repercuten en el comportamiento de los infantes
dentro del espacio educativo y pueden ser procesos mediados o
modificados mediante refuerzos. Asimismo, es necesario contar
con mayor información en el Ecuador sobre este tema para que
los docentes puedan crear pautas de aprendizaje.
Palabras clave: proceso de aprendizaje, comportamiento, socia-
lización, enseñanza, formación, educación de la primera infancia.
Abstract
This article analyze the ways in which vicarious learning encour-
ages the reproduction of behaviors in infants of initial education.
The research was born from a problem evidenced in the classroom
of a private institution located north of the city of Quito in order
to understand the reproduction of aggressive behavior in toddlers
through vicarious learning. The methodology used was based
on a qualitive approach observing and collecting information to
deepen the investigation. The methods used were: the synthetic
analytical, the ethnographic and the hermeneutical. In addition,
the technique of direct observation of the children was used; and
the interviews that were applied to two teachers. The results deter-
mined that infantes manifest different behaviors according to the
activity and the envionment. Although aggressive and acquired
behavior have greater incidence.Iignorance about vicar learnig
by teachers was also determined. This leads to the majority of
behaviors especially the aggressive see them as natural by age
without considering the space or change that directly affect these
behaviors. Research emphasizes the importance of considering
vicarious learning as one of the aspects that affects the behavior of
infants within the educational space and that can be mediated or
modified processes through reinforcements. Likewise it is neces-
sary that there are more information in Ecuador on this subject so
that teachers create learning guidelines.
Keywords: lerning process, behaviour, socialization, teaching,
training, early childhood education.
julio-diciembre 2023
Vol. 18, No. 2, 264-272
https://doi.org/10.17163/alt.v18n2.2023.09
Forma sugerida de citar (APA): Flores, S. R. y Ortiz-Espinoza, M. E. (2023). Aprendizaje vicario y tipos de conductas en infantes de
Educación Inicial. Alteridad, 18(2), 264-272. https://doi.org/10.17163/alt.v18n2.2023.09
p-ISSN:1390-325X / e-ISSN:1390-8642
http://alteridad.ups.edu.ec
Stefany Raquel Flores y Dra. María Elena Ortiz-Espinoza
Alteridad, 2023, 18(2), 264-272 265
1. Introducción
El estudio del aprendizaje vicario contribuye
a comprender de mejor manera el por qué ciertas
conductas se presentan con mayor frecuencia en el
entorno educativo, ya que cada vez más, los infan-
tes desde sus primeros años de vida asisten a cen-
tros infantiles. El desconocimiento sobre formas de
aprendizaje de las conductas que no sean biológicas,
nos permite incidir de forma positiva en cambios
que se pueden operar en estas. El aprendizaje vicario,
al mostrar que la mayoría de los aprendizajes adqui-
ridos se realiza por medio de la observación de dife-
rentes conductas de sus compañeros/as, de su hogar
o incluso por medio de programas televisivos, videos
o sitios de internet, es una opción que contribuye a
comprender la influencia que tienen sus pares y la
sociedad en conjunto con respecto a los comporta-
mientos o conductas en la socialización.
El aprendizaje vicario permite procesar la
información sobre la adquisición de conductas que
una persona observó en su entorno inmediato, Estas
conductas se asimilan previamente y por imitación
simbólica pasan a ser como una especie de guía en
diferentes momentos y espacios. Por ello, el apren-
dizaje vicario tiene la necesidad de procesar el cono-
cimiento adquirido mediante la interacción social a
partir de los procesos de mediación, es decir, aten-
ción, retención, reproducción y motivación, pues
son funcionalidades mentales que ayudan a reco-
ger, guardar, retener y reproducir la información de
manera casi exacta. Además, estas funciones inter-
vienen en el avance del aprendizaje dependiendo el
refuerzo positivo o negativo que reciba para estable-
cer si la conducta visualizada es adquirida o no.
2. Revisión conceptual
Investigaciones sobre el aprendizaje vicario o
también denominado aprendizaje por observación,
se han realizado desde la pedagogía y la psicología:
Reta y Ballesteros (2018) analizan varias estrategias
de aprendizaje para implementar en preescolar y bási-
ca por medio de la conducta observada entre pares,
generando así que los infantes desarrollen el apren-
dizaje vicario en relación con sus acciones y toma de
decisiones que involucra la inserción educativa.
Acosta y Alsina (2022) proponen la enseñanza
de patrones mediante la observación y su influencia
en el aprendizaje de infantes de cuatro a seis años.
Además, trabajaron en situaciones reales para repro-
ducir lo evidenciado y con contextos gráficos que
llame la atención del niño. De esta manera tuvieron
como resultado que el aprendizaje fue más significa-
tivo al realizar situaciones reales frente a los recursos
gráficos presentados.
Torres (2021) analiza el aprendizaje vicario
o social en la etapa del niño desde el nacimiento
hasta los tres años de vida, ya que los infantes desde
muy pequeños aprenden observando la conducta
de un determinando modelo social. La autora desea
implementar la noción de aprendizaje en el proyecto
educativo y pedagógico en La Bretaña, Francia, con
la finalidad de que los pequeños tengan libre explo-
ración según sus requerimientos y necesidades.
Rodríguez y Cantero (2020) abordan la teoría
cognitiva social de Albert Bandura sobre el aprendi-
zaje vicario dentro del espacio educativo. Además,
parte con el experimento del muñeco Bobo realizado
en 1961 con el objetivo de demostrar el aprendizaje
vicario. Para iniciar con el experimento expusieron
al primer grupo de niños y niñas a observar agresio-
nes físicas y verbales por parte de un adulto hacia el
muñeco Bobo, el segundo grupo de niños y niñas no
observaron nada. Posteriormente, el primer grupo
se dirigió a una habitación donde se encontraba
el muñeco Bobo y se comportaron de igual forma
como lo habían observado del adulto, mientras que
el segundo grupo manifestó una conducta aceptable.
Mesa (2018) considera que diversas conduc-
tas se van implementando de acuerdo con lo evi-
denciado en su entorno y sugiere varias tácticas
que posibiliten aproximarse a diferentes desórdenes
emocionales o de personalidad con la finalidad de
desarrollar patrones de vínculo emotivo. Además, la
autora presenta el modelo cognitivo-conductual de
intervención que es usado por un psicólogo infantil
con el propósito de que el infante asimile los cono-
cimientos mediante resultados inmediatos y a través
del aprendizaje vicario.
Zurita (2018) examina el uso o manejo de
los conocimientos por imitación relacionado con el
desarrollo del reconocimiento de roles en los infan-
tes de cuatro años. Además, la adquisición de nuevas
conductas por medio del aprendizaje por imitación y
observación que se da de forma inmediata. Mediante
la identificación de roles en los niños/as busca aumen-
tar y fortalecer sus capacidades. Este aprendizaje,
desde el punto de vista educativo, es una manera de
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Adquirir nuevas conductas en diferentes etapas de
la vida del ser humano que se encuentra abierto a
incomparables acontecimientos sin recompensas o
miedos a posibles castigos, todo se da mediante la
observación voluntaria con la finalidad de repro-
ducirlo en un futuro como habilidad propia. (p. 20)
López et al. (2012) abordan el tema consideran-
do a migrantes y nativos relacionados con el acopla-
miento de los infantes en el entorno educativo. Este
estudio se relaciona entre las prácticas de crianza y los
problemas de conducta que se evidencia a lo largo del
periodo educativo, en el cual participaron 176 niños
de cuatro y cinco años de edad. Mediante el análisis de
los resultados se muestra disimilitudes en las prácticas
de crianza y los problemas de conducta desarrollada
por los niños durante la jornada escolar.
Murillo y Merino (2016) analizan la conducta
en el desarrollo integral del niño y lo relacionan con
el progreso general del infante, propiciando el mejo-
ramiento de la conducta dentro y fuera del aula. Los
niños/as investigados/as demostraron una baja auto-
estima, déficit de atención, dificultades de adaptación
e insuficiente capacitación de las maestras. Los autores
de esta investigación buscaron potenciar y alcanzar
el progreso total de los párvulos de acuerdo con las
etapas correspondientes a la edad y fomentar el desa-
rrollo integral mediante la aplicación de guías estra-
gicas de conducta adecuadas a la edad de los niños/as.
Illicachy (2017) aborda la discusión sobre las
conductas desde una perspectiva muy diferente pues
lo hace desde el concepto de poder foucaultiano.
Si bien el abordaje es completamente distinto, para
la investigación es importante ya que coloca que
en muchas escuelas del área indígena de la ciudad
de Riobamba utilizan los castigos como formas de
conseguir obediencia y que los estudiantes realicen
las actividades sin ningún tipo de rechazo. Estas for-
mas de disciplinamiento también son aprendidas ya
que los docentes de estas escuelas promueven en los
mismos estudiantes que castiguen a sus compañeros
y por tanto se convierten en conductas aprendidas.
Los abordajes variados y amplios centran las
diferentes aristas de análisis del aprendizaje vicario,
de la conducta y los factores que inciden en esta. Sin
embargo, en el Ecuador el tema no se relaciona direc-
tamente con la conducta y es poco conocido e inves-
tigado, más aún en el nivel Inicial. Generalmente, las
conductas que los y las pequeñas manifiestan en el
espacio escolar las atribuyen a la edad, al género, a
la condición socioeconómica o muchas veces como
innatas, sin mayores opciones a ser modificadas. Si
bien se sabe que muchas de las conductas las apren-
den por medio de programas televisivos o a través
de internet, las tienden a ver o catalogar como mala
influencia, centrándose en el programa como tal y
no en el aprendizaje vicario y proceso de mediación.
Considerando estos aspectos, la pregunta general que
guio la investigación es ¿cómo el aprendizaje vicario
contribuye el aparecimiento de diferentes conductas
en infantes de Educación Inicial?, y el objetivo gene-
ral fue analizar los diferentes tipos de conducta que
aparecen y se reproducen por medio del aprendizaje
vicario en infantes de Educación Inicial.
3. Metodología
En este estudio se utilizó un enfoque cualita-
tivo, que permitió conocer, profundizar e investigar
acerca del aprendizaje vicario a través de la obser-
vación y recopilación de información sobre las dife-
rentes conductas que manifiestan los sujetos de la
educación. Los métodos utilizados fueron tres: el
método analítico sintético se usó para la parte teóri-
ca al analizar textos encontrados en la base de datos
como Scopus, Google Académico Scielo, Microsoft
Academic y repositorios digitales que ayudaron a
sintetizar minuciosamente conceptos básicos de la
investigación. El método etnográfico se utilizó para
recopilar información por medio de la observación
participante desde el mes de enero hasta julio del 2020
en horario de 7h a 12h30 y así determinar las diver-
sas conductas, enfatizando en las agresivas, que los
párvulos manifestaban durante la jornada escolar y
como estas se relacionaban con el aprendizaje vicario.
Finalmente, para analizar la información se empleó el
método hermenéutico porque permitió interpretar los
textos e ir relacionando de lo general a lo particular el
aprendizaje vicario en el contexto escolar.
Se utilizó dos técnicas: lectura, que ayudó a
comprender en profundidad bases conceptuales por
medio de autores/as referentes al tema, basándose
en fuentes bibliográficas fidedignas, y para la reco-
lección de datos, la observación participante con la
intención de registrar información relacionada con
el tema. Además, se entrevistó a la docente para
conocer su punto de vista sobre los diferentes tipos
de conducta observadas durante las actividades
pedagógicas. Como instrumento se usó dos: la entre-
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vista y el diario de campo que ayudó a comprender
el contexto en el que los infantes están inmersos. La
entrevista se aplicó de manera abierta por medio de
un diálogo interpersonal, la cual permitió realizar
preguntas estructuradas y nuevas interrogantes que
iban surgiendo al abordar el tema de investigación
con la finalidad de profundizar el tema centrándose
en la reproducción de diferentes conductas a tra-
vés del aprendizaje vicario, estas entrevistas fueron
realizadas a dos docentes correspondientes al sub-
nivel 2. El diario de campo (D.C.) permitió recoger
y describir a detalle los acontecimientos relevantes
evidenciados durante toda la jornada de clase para
organizar, analizar e interpretar la información que
fue recogida según los tipos de conducta y la relación
que existía con el aprendizaje vicario.
3.1 Muestra
La investigación se realizó en una institución
educativa privada, situada al norte de la ciudad de
Quito. Dicha institución funciona desde hace veinte
y cinco años y cuenta con educación inicial, básica y
superior. En relación con la Educación Inicial existe
dos subniveles: 1 y 2, los cuales trabajaban con una
docente titular, una docente auxiliar y la coordinadora
pedagógica del área de Inicial. El subnivel 1 está con-
formado por 18 estudiantes. En cuanto a la población
estudiada, estuvo conformada por 19 infantes: diez
niñas y nueve niños entre tres a cinco años que cursa-
ban Educación Inicial Subnivel 2 en el año académico
2018-2019 y dos docentes del nivel. El nivel socioeco-
nómico de las familias de los infantes era medio alto.
Tres familias del grupo eran extranjeras, se encontra-
ban en el Ecuador por cuestiones de trabajo, el resto
eran nacionales. No se tomó una muestra, ya que se
trabajó con la totalidad de la población.
4. Resultados
Los resultados de la investigación se presentan
en dos momentos: en el primero se muestra median-
te una tabla las diferentes conductas que los infantes
manifestaban durante el tiempo de la observación.
Esta clasificación fue tomada de Castillero (2018)
quien afirma que se puede desarrollar diferentes
acciones o comportamientos partiendo de varias
actividades o situaciones con base en diversos crite-
rios. En el segundo momento, se analiza cómo estas
conductas se relacionan con el aprendizaje vicario.
Mediante extractos del diario de campo (D.C.) se
enfatiza en el tipo de conducta y cómo estas se dan
por medio del aprendizaje vicario.
4.1 Tipo de conducta
Durante la investigación se pudo observar dife-
rentes tipos de conductas que los infantes mostraban
durante la jornada escolar. Las conductas no eran
estáticas, ni siempre fueron las mismas. Sin embar-
go, la conducta agresiva, 34 % y la adquirida, 34 %
se presentaban con mayor frecuencia. Mientras que
conductas: pasiva, 4,3 %, conducta voluntaria, 6,4 %,
conducta asertiva, 8,5 %, conducta innata 12,8 %.
Figura 1. Tipos de conducta
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4.1.1 Conducta pasiva
Conducta pasiva se pudo observar especial-
mente cuando las docentes utilizan videos para
motivar y explicar ciertos temas. En ese momento la
mayoría de niños y niñas no se sienten motivados a
realizar otra actividad que no sea observar el video.
Una ocasión, en una clase de lógica matemática, un
niño se levantó de su puesto y trataba de llamar la
atención de alguno de sus compañeros para que jue-
guen con él, pero lo ignoraron. Ante esa actitud el
niño se puso a jugar con plastilina. En su rostro se
notaba una cierta actitud de sumisión y frustración:
si nadie quiere jugar con él, lo hacía solo, sin recu-
rrir a peleas o seguir insistiendo (D.C. 21-10-2019).
A pesar de su interés por jugar con sus compañeros,
optó por una actividad tranquila y pasiva. De esta
manera se demuestra que la conducta pasiva es el
cúmulo de comportamientos que van a variar depen-
diendo las necesidades de su contexto, además, el
individuo interrumpe o elimina sus propios intereses
(Castillero, 2018).
4.1.2 Conducta asertiva
En el momento de las actividades iniciales es
donde se pudo observar mayor cantidad de conduc-
tas asertivas. Un día al inicio de la jornada escolar,
conforme llegaban los estudiantes, se quedaban de
pie y no querían sentarse en sus respectivos pues-
tos para iniciar con la clase. La docente comenzó a
contar 1, 2, 3...para que se sienten los niños/as que
estaban de pie, pero fueron muy pocos los que se
sentaron. Sin embargo, al ver que la mayoría de sus
compañeros comenzaban a sentarse, dejaron rápi-
damente sus mochilas en sus casilleros, se sentaron
y continuaron contando con la profe que ya había
comenzado con las actividades iniciales (D.C. 06-11-
2019). De este modo se desarrolla la conducta aserti-
va, puesto que aceptan sus límites y presentan habili-
dades que tienen como objetivo desenvolverse en su
entorno e interactuar con los pares (Cuadros, 2018).
1 La institución educativa tiene dos salidas: una, donde salen los pequeños que tienen medio de transporte escolar y otra por la
calle Batallas, que se van con algún familiar.
2 Nombres ficticios utilizados en la investigación para guardar su identidad.
4.1.3 Conducta innata
Otro día se observó al momento de finalizar la
jornada escolar, cuando la profesora indicó que los
niños y niñas que salen por la calle Batallas,1 cojan
sus mochilas para bajar y que los demás párvulos se
queden en el salón de clase, ya que deben dirigirlos
a sus respectivos recorridos. En ese momento un
niño se me acercó llorando, me dijo: “profe, tú te
vas a quedar porque yo no me quiero quedar aquí,
yo quiero ir a mi casa” (D.C. 21-10-2019). De esta
manera se pudo observar que la conducta innata, en
este caso de miedo e inseguridad, parte de la per-
sona que se manifiesta como un tipo de conducta
preestablecida (Castillero, 2018). Es así como el niño
demuestra una necesidad biológica afectiva de bús-
queda de seguridad como algo innato.
4.1.4 Conducta agresiva
En otra ocasión, al momento de que los estu-
diantes iban llegando a clases de computación, se
sentaron apoyados a la pared mientras la docente
cantaba ‘mis deditos’ e iba ubicando a los niños
en cada computadora. En ese momento un niño
empezó a empujar a su compañero y su compañero
le trató de morder la mano mientras la maestra les
llamaba, pero no prestaban atención, ya que esta-
ban peleando entre ellos (D.C. 21-10-2019). Así se
manifestó conductas agresivas, pues de acuerdo con
la investigación de Bandura, se menciona que existe
una gran probabilidad de que la conducta agresiva se
repita porque aumenta la predisposición agresiva al
momento de observarla (García y Ocaña, 2018)
Otro día se observó que los niños salieron a
recreo y Nico2 y Alan comenzaron a jugar a los poli-
cías, pero le tenían a una niña de los dos brazos y
le jalaban de un lado al otro, le empujaron y la niña
cayó al suelo, después le comenzaron a presionar la
espalda y la niña comenzó a llorar hasta que tuve que
retirarles a los niños, ya que la docente no se perca-
tó de lo sucedido (D.C. 30-10-2019). De este modo,
se demuestra que la conducta agresiva representada
por el infante de forma física o verbal es desarrollada
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con la intención de dominar y alcanzar sus propias
necesidades, sin importar el bienestar de los demás
(Castillero, 2018).
De acuerdo con Barbero (2018) “la conducta
agresiva es inevitable en todos los seres vivos, pues-
to que dicho comportamiento obedece a uno de los
impulsos más primarios, que, además, aparece para
asegurar nuestra supervivencia” (p. 41). Además,
los niños y niñas manifiestan conductas agresivas
por medio del juego, ya que parten de sus impulsos
dependiendo el entono o lo que ha causado inconve-
nientes a sus intereses (Armijos, 2017). Las docentes
en cierta medida coinciden con los autores, pero
tienen puntos de vista diferentes. La docente 1 men-
cionó que no existe conducta agresiva en los niños,
pero que sí se debe tener cuidado al momento del
juego libre, ya que los niños no miden su fuerza y
pueden agredir a su compañero sin ninguna inten-
ción. Mientras que la docente 2 expresó que sí existe
conducta agresiva más por parte de los niños que de
las niñas y estas conductas se presentan con más fre-
cuencia en las horas de clase.
Además, la docente 2 señala que existe un
alumno con un nivel de coeficiente intelectual alto, el
cual debe adaptarse al nivel y ritmo de aprendizaje de
todos sus compañeros, ya que sus padres así lo piden.
Sin embargo, el niño se aburre con los temas tratados
en clase y demuestra una conducta agresiva ante la
falta de atención de alguna docente, argumentando
que la conducta agresiva se manifiesta por varios
motivos: por sentir frustración al realizar alguna
actividad, miedo ante lo desconocido; por falta de
atención o porque estos patrones de conducta pre-
viamente realizados se van haciendo cada vez más
estables (Bouquet et al., 2019).
4.1.5 Conducta adquirida
En uno de los días de clase, mientras los estu-
diantes iban ingresando al aula, la docente repartía
plastilina, rompecabezas, escaleras de plástico o
rosetas, Ezequiel3 estaba construyendo aviones con
escaleras de plástico y haciéndoles volar, su herma-
na al verlo también hizo aviones con las escaleras
de plástico y comenzó a correr por el aula haciendo
3 Nombres ficticios utilizados en la investigación para guardar su identidad.
4 Nombres ficticios utilizados en la investigación para guardar su identidad.
volar al avión (D.C. 30-10-2019). Este comporta-
miento manifiesta que dicha conducta que parte de
la propia experiencia, de un ejemplo o de un modelo
transmitido de forma directa o indirecta mediante lo
observado (Castillero, 2018).
En la entrevista, las docentes 1 y 2 mencionan
que la conducta adquirida que los niños y niñas desa-
rrollan puede ser el reflejo de cómo es el ambiente en
casa y tratan de expresarlo en el aula de clases, por
lo cual se infiere que la conducta de los niños en su
gran mayoría puede ser adquirida de familiares o
amigos que se encuentran en su entorno cercano o
transmitidas por medio de la observación en progra-
mas televisivos o videojuegos (Castillero, 2018).
4.1.6 Conducta voluntaria
Un día, al momento de la comida, la docente
colocó en las manos de los niños y niñas, gel anti-
bacterial para poder servirse los alimentos. Cuando
la docente comenzó a repartir, Joaquín4 se levantó y
dijo: “quiero ayudarte a repartir la comida, enton-
ces la docente le asignó la tarea de ir colocando una
cuchara en cada plato y que vaya entregando con cui-
dado cada plato de comida a sus compañeros (D.C.
06-11-2019). En el acto descrito previamente se afir-
ma dicha conducta al cumplir una acción de mane-
ra voluntaria y consciente. Además, deja de lado el
bienestar de las demás personas para satisfacer sus
propias necesidades (Castillero, 2018).
4.2 Aprendizaje vicario
El aprendizaje vicario significa transportar,
pues, una vez obtenida la información de forma sim-
bólica, se transmite diferentes conductas o actitudes
del observado al observador. Este tipo de aprendi-
zaje es un procesamiento de indagación acerca de
la organización de la conducta y de los sucesos que
acontece en el ambiente, por lo que la información
se transforma en imitaciones simbólicas que sirve
de guía para la ejecución (Bandura,1986). Además,
se centra en la observación de diferentes conduc-
tas que son tomadas en cuenta por la persona para
representar de forma similar, aquí se hace referencia
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al experimento de Albert Bandura sobre el “muñeco
Bobo” (Rodríguez y Cantero, 2020).
El aprendizaje vicario tiene procesos de
mediación que influyen en el aprendizaje, los cuales
son: atención, retención, reproducción y motivación.
Este proceso es necesario y cumplen un papel muy
importante, pues ayuda a entender cómo se llega a
interiorizar lo observado previamente para que se
convierta en aprendizaje significativo. Además, hay
que tomar en cuenta que la persona observada debe
llamar la atención a los observadores para dicha con-
ducta sea repetida de forma similar (Jara et al., 2018).
En el aprendizaje vicario intervienen tanto el
refuerzo positivo como el negativo. El primero tiene
el objetivo de ofrecer un estímulo deseable después
de realizar una determinada conducta. Por medio de
este refuerzo, que se presenta de forma física o ver-
bal y con la demostración de un estímulo, se busca
un condicionamiento para que la respuesta emitida
logre aumentar la probabilidad de repetirla de mane-
ra similar (Megías y Llano, 2019). El refuerzo nega-
tivo tiene la finalidad de conseguir que la persona
incremente la respuesta de una conducta determina-
da eliminando el estímulo. Este refuerzo es negativo,
ya que no se toma en cuenta alguna actitud, conduc-
ta o lo ignora por completo haciendo que se repita la
conducta (Herrera, 2019).
A continuación, lo que se pudo observar
durante la investigación:
4.2.1 Procesos de mediación
Se observó aprendizajes de conducta por
medio de procesos de mediación cuando los estu-
diantes regresaron cansados del parque y pidieron
agua. Un niño comenzó a jugar con el vaso lleno de
agua, pues dos de sus compañeros prestaron aten-
ción a lo que realizaba su compañero, posteriormen-
te la conducta observada la reproducen los dos com-
pañeros, teniendo como motivación la risa de todos
sus compañeros al verlos como juegan con el vaso de
agua (D.C. 30-10-2019).
En otro momento, durante las clases de rela-
ción con el medio natural cultural se observó pro-
cesos de mediación al momento de que un niño
comienza a correr por toda el aula y golpear objetos
que encuentra en su camino, tiempo después el niño
que observó dicha conducta se levantó de su puesto
y realizó lo mismo (D.C. 21-10-2019). En lo des-
crito previamente se evidencia los cuatro procesos
de mediación: atención, retención, reproducción y
motivación.
De esta manera los infantes realizan los proce-
sos de mediación reconociendo diferentes roles que
sus compañeros reproducen en el espacio educativo,
así se va incrementando o reforzando las conductas
que fueron imitadas (Zurita, 2018).
4.3 Refuerzo positivo
Durante el recreo, la docente indicó que los
que terminan de comer pueden ir al rincón de jue-
gos. En ese momento se observó a Romina dirigirse a
las canastas que estaban ordenadas y ella comienza a
lanzar las piezas de madera al piso hasta encontrar la
que ella quería. La docente observa y al ver que deja
todas las piezas regadas en el piso realiza el refuerzo
positivo ante su acción (D.C. 21-10-2019).
4.4 Refuerzo negativo
En otra ocasión se observó el refuerzo negati-
vo cuando la docente inició dando clases de relación
natural y social y Samuel era el único niño que estaba
de pie jugando con sus lentes, yendo a los puestos
de sus compañeros, preguntándoles que, si quieren
jugar con él, por último, se daba vueltas en el aula
jugando con sus lentes. Pese a esto, la docente no dijo
nada y continuó con sus clases (D.C. 23-10-2019).
5. Discusión y conclusiones
A lo largo de la investigación fue posible iden-
tificar el aprendizaje vicario en los infantes mediante
la observación de conductas durante el desarrollo
de la jornada de clases, muchas de las cuales son
mediadas por su entorno familiar. Por el alcance de
la investigación no se pudo determinar si estás están
mediadas por programas de televisión o el internet.
Durante el tiempo que duró la investigación, las con-
ductas que los infantes representan son variadas y no
tienen un patrón determinado. Además, influye el
momento, lo que esperan, lo que necesitan los y los
pequeños e incluso el espacio donde se desarrolla la
jornada escolar en las cuales se presentan dichas con-
ductas. Las conductas asertiva, adquirida, voluntaria,
pasiva e innata se evidencian mientras están en cla-
ses, en actividades más de tranquilas, mientras que
Stefany Raquel Flores y Dra. María Elena Ortiz-Espinoza
Alteridad, 2023, 18(2), 264-272 271
la conducta agresiva en reiteradas ocasiones se pone
de manifiesto en espacios libres, relacionadas con el
juego o cuando hay cambios de actividad. Sin embar-
go, dependiendo del tipo de conducta, no siempre
tienen un refuerzo positivo o negativo por parte del
docente. Otro aspecto que llama la atención es que el
tipo de conducta agresiva se presenta en un porcen-
taje bastante alto que el resto de conductas, junto con
la conducta adquirida.
En lo que respecta a los procesos del apren-
dizaje vicario, se pudo observar que existen proce-
sos que se van desarrollando a través de una suma
de respuestas que posibilita recordar y manifestar
la acción observada, la cual es catalogada como
mediación por medio de: la atención al observar una
determinada conducta realizada por otra persona;
la retención al asimilar lo observado; la reproduc-
ción al ejecutar cualquier conducta evidenciada de
forma casi exacta y la motivación al recibir cualquier
tipo de estímulo después de realizar lo observado.
Además, el tipo de refuerzos positivos influye al
momento de realizar una recompensa de forma tan-
gible al dar dulces, juguetes o intangible, como una
felicitación por alguna conducta asertiva, también se
presenta el refuerzo positivo al corregir la conducta
agresiva, siempre dando a notar que sus acciones no
fueron correctas. En cambio, los refuerzos negativos
se presentan al dejar pasar por alto cualquier mani-
festación agresiva que desarrolle el infante. Lo inte-
resante y la vez preocupante que se pudo determinar
en la investigación es que las maestras intervienen
ocasionalmente, ya que perciben a la conducta agre-
siva desarrollada como una expresión normal de su
edad o son reacciones ante situaciones incómodas
para él o ella, incluso es simplemente un juego de
niños, pues no siempre consideran que algunas con-
ductas son agresivas o en otras ocasiones no perci-
ben que dichas conductas sean manifestadas entre
compañeros/as.
Si bien el tema del aprendizaje vicario es
amplio e interesante y existen varias investigaciones
referentes al tema con relación a otros niveles aca-
démicos, puesto que de educación básica casi no se
habla, no se toma en cuenta de forma pedagógica o
no es un tema enfocado que involucre a la educación
inicial pese a que es uno de los primeros acercamien-
tos al ámbito educativo donde el niño o la niña van
a desarrollar sus destrezas y potenciar sus habilida-
des. Por estos motivos, las docentes desconocen del
tema y atribuyen que las conductas que los infantes
manifiestan se deben a otros factores acordes a su
edad en relación con el desarrollo e interacción entre
pares, por lo que no intervienen al momento de que
los niños y niñas manifiestan conductas agresivas
mediante procesos más explícitos de mediación o no
siempre existen refuerzos positivos que sean apro-
piados y puedan dar los resultados esperados.
Es imprescindible que los niños y niñas, al
inicio de su etapa escolar, observen diversas conduc-
tas, sobre todo positivas en el entono que les rodea,
incluido el espacio educativo. La maestra debe jugar
un papel importante y de esta forma los pequeños
desarrollen conductas observadas que, además, de
mejorar su conducta, también les ayude significati-
vamente de forma pedagógica a reconocer, identi-
ficar y asimilar mejor los conocimientos adquiridos
por medio de la observación y con ayuda de materia-
les didácticos. Muchas veces se afirma que los infan-
tes se asemejan a una esponja que van absorbiendo
todo lo observado de su entorno inmediato, como
demostró Albert Bandura en su experimento con el
Muñeco Bobo, que toda persona aprende por medio
de la observación. Estas observaciones deberían per-
mitir generar conductas amplias y variadas, sobre
todo cuando los infantes están en espacios más libres
y menos controlados. Otro aspecto a tener en cuenta
son los procesos de mediación que la docente debe
realizar, fomentando sobre todo refuerzos positivos
ante conductas agresivas manifestadas por los infan-
tes que generen dificultad en la interrelación entre
pares para que dichas conductas sean modificadas
y eliminadas e ir aprendiendo diversas formas de
resolver conflictos.
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